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El día que Pepe perdió la cabeza ante el Getafe

 

Muchos grandes clubes visten sus campañas de marketing con buenas palabras, incluso en sus estatutos, pero otra cosa muy diferente es la realidad de las acciones que practican. A lo largo de la historia encontramos a diversas entidades relevantes que han sido, de forma puntual, protagonistas de hechos totalmente contrarios a su credo, y el Real Madrid también es uno de ellos.

Posiblemente, el día que más «señorío perdió el club merengue, fue durante un partido de liga disputado el 21 de abril de 2009 en el Santiago Bernabéu, cuándo el defensa madridista Kleper Laveran de Lima Ferreira «Pepe», fue expulsado a pocos minutos de la conclusión del Real Madrid-Getafe (3-2), de la trigésima segunda jornada de la Primera división española, al perder totalmente los nervios sobre el terreno de juego.

Según se recogió en el acta del colegiado del encuentro, Delgado Ferreiro, el portugués nacido en Brasil, Pepe, «en el minuto 86, fue expulsado por empujar por detrás a un contrario evitando una ocasión manifiesta de gol. Una vez en el suelo y con el juego detenido, el jugador local le propinó una patada al jugador objeto de la falta, y un puñetazo en la cara a un adversario», se añadió.

El acta, asimismo, reflejó que «dicho jugador cuando abandona el terreno de juego se dirige al cuarto árbitro, con la siguiente frase: ‘sois todos unos hijos de puta’. Este mismo jugador y tras la consecución del tercer gol local, apareció en el terreno de juego y se fue corriendo hacia un córner para abrazar a sus compañeros», concluía el acta arbitral.

 

 

En realidad no fue una simple patada a Casquero, sino dos: una en la espalda y la otra en la cabeza, además posteriormente incluso le llegó a pisar durante las protestas de los jugadores del Getafe.

 

«No soy violento»

Pepe pidió perdón públicamente al jugador del Getafe Javier Casquero, al que agredió de una patada que le costó la expulsión, y admitió que «tiene que recibir un castigo». «Me siento muy mal. Muy triste y muy decepcionado. Por la imagen, por el acto y por todo. No sé qué puede pasar ahora», dijo Pepe tras el partido. Finalmente, el jugador portugués fue sancionado con 10 partidos de sanción.

 

 

«Quedó muy marcada mi carrera por lo del Getafe. Pedí perdón, reconocí mi error y cambié», declaró posteriormente. Desde entonces, el zaguero portugués reconoce que medita mucho más sus acciones. «He aprendido mucho con el paso del tiempo. Me noto un jugador mucho más tranquilo, que pienso en las consecuencias. Ahora estoy disfrutando mucho del fútbol porque es mi pasión. Estoy haciendo las cosas bien y los números por sí solos dicen muchas cosas. Estoy disfrutando al máximo de cada minuto que puedo jugar y de defender a mi equipo», expresó.