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Pep Guardiola en el Al Ahli Sports Club

 

Tras despedirse de la AS Roma el 27 de agosto de 2003, Pep Guardiola firmaba por el Al-Ahli Sports Club, donde permanecería dos temporadas, entre los años 2003 y 2005. El catalán no sería el único futbolista europeo seducido por el dinero catarí, allí coincidiría con otras estrellas de los 90 como Basler, Dugarry, Desailly, Effenberg, Frank y Ronald De Boer o Fernando Hierro.

Curiosamente, este último había fichado el mismo día por el Al-Rayyan, y se acabaría convirtiendo en el mayor apoyo del catalán durante los primeros meses en Doha. Ambos compartirían largas jornadas familiares, de descanso y también su gran pasión por el golf, como así lo confesaría en la siguiente entrevista concedida al canal Eurosport pocos meses después de su llegada.

 

 

«Está todo en orden, Pep y su familia han sido recibidos hoy en Doha con todo el cariño del mundo y estamos en el hotel a la espera de recibir todos los documentos para que Guardiola fiche por el Al-Ahli» afirmaba su representante Orobig ante la prensa. Aunque nunca se revelaron oficialmente las cifras económicas de su contrato, se rumoreaba que la ficha del exinternacional español rondaba los 2 millones de euros netos por temporada, además de recibir billetes de avión para él y su familia, y los gastos de su nuevo domicilio en Doha.

Desde el primer momento el Al-Ahli Sports Club intentó sacar partido de su fichaje estrella con diversas giras internacionales, principalmente en países musulmanes, destacando el amistoso disputado en Argelia el 8 de mayo de 2005, donde un temporal de nieve casi suspendió el partido que los enfrentó al ES Steif.

 

 

El entrenador del de Santpedor a su llegada fue el brasileño José Macía «Pepe», que posteriormente sería sustituido por el también brasileño Oswaldo de Oliveira. «Josep Guardiola era una especie de auxiliar en esa época. Entrenaba como los otros la parte física y técnica y la táctica la comandaba dentro del campo, como jugador. Jugaba, pero tenía ya el compromiso de técnico. Hablaba cinco idiomas en los entrenamientos y era mi técnico sobre césped. Él era diferente. Jugaba conmigo en Doha, pero analizaba las ligas de Alemania, Francia, España, la Liga de los Campeones, era detallista al extremo. Guardiola siempre habló mucho del fútbol brasileño conmigo. A él le gustaban mucho los jugadores extraordinarios que Brasil ya tuvo y hablaba mucho sobre táctica y sobre las jugadas ensayadas que veía del pasado».

Más allá del acierto de su fichaje a nivel de marketing y expectación mediática, su balance en la Qatar Stars League, compartiendo vestuario con otros foráneos como el suizo Vager Gomes, Caló y Zé Piguita de Cabo Verde, el marroquí Bouabid Bouden, el portugués Marco Couto o Ibrahima Koné, fue verdaderamente pobre. El club acabó en cuarta posición la temporada 2003-2004 y antepenúltimo la 2004-2005, y Guardiola disputó 36 partidos y 7 goles ante de poner rumbo al Dorados de Sinaloa.

Su fichaje por el club mexicano fue realmente inesperado, teniendo en cuenta que el equipo estuvo cerca del descenso la temporada anterior y Culiacán era el corazón del territorio que controlaba la organización delictiva más poderosa en México, el Cartel de Sinaloa, que en ese momento encabezaba Joaquín Guzmán Loera, más conocido como «El Chapo».