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El inolvidable Países Bajos-Argentina del Mundial de Francia de 1998

 

La selección Argentina de Gabriel Batistuta, Juan Sebastián Verón, Diego Simeone, Roberto Ayala, Claudio López, Javier Zanetti se despidió del Mundial de Francia después de una inexplicable reacción antirreglamentaria de «El Burrito» y un golazo antológico de Dennis Bergkamp. El fin del sueño mundialista de la era post Maradona, finalizó aquel 4 de julio de 1998 en uno de los mejores partidos nunca vistos en una cita mundialista.

La Argentina de Daniel Passarella había sorteado con eficacia los dos primeros encuentros de la fase de grupos: en el debut, logró ante Japón un 1 a 0 (que no reflejó el buen juego de los albicelestes) y luego, le propinó un contundente 5 a 0 a Jamaica. Sin embargo, no estuvo a la altura de las expectativas cuando le tocó enfrentarse a rivales de mayor nivel. Ante Croacia, un equipo que no estaba en los planes de nadie, pero que sorprendió a todos, debió luchar más de la cuenta para imponerse con un ajustado 1 a 0, mientras que en octavos, debió recurrir a los penales para eliminar a Inglaterra y conseguir el pase a cuartos, luego de un dramático 2 a 2 durante el tiempo reglamentario y la prórroga.

 

 

En cuartos la historia sería diferente. Ni el juego ni la suerte acompañarían al elenco nacional argentino. En el Stade Vélodrome de Marsella, una selección de los Países Bajos cargada de cracks como Bergkamp, Davids, Kluivert, Stamp, Cocu, los hermanos De Boer y Edwin van der Sar, entre otros, le pondría fin al sueño albiceleste. A los 12´ de juego, Patrick Kluivert pondría en ventaja a los europeos, después de una gran triangulación junto a Ronald de Boer y Dennis Bergkamp. Sin embargo, solamente 5´ después, Claudio ‘Piojo’ López convertiría el empate argentino, tras romper el fuera de juego y definir entre las piernas de Edwin van der Sar.

 

 

Durante la segunda parte, Argentina siguió prefiriendo el contraataque como estrategia. Tuvo oportunidades para ponerse al frente en el marcador, como por ejemplo, una pelota que «Batigol» estrelló en un poste. Incluso, a los 76´, pasó a jugar con un hombre de más por la expulsión de Arthur Numan, pero no supo aprovechar la ventaja numérica en ningún momento.

Pero a solo 2´ del final, cuando el partido parecía decantarse para el lado de los bicampeones de mundo, el destino les jugó una mala pasada. Ariel «El Burrito» Ortega se dejó caer ante el cruce del defensor Jaap Stam, pero el árbitro no hizo caso a la jugada. Rápidamente, Van der Sar salió a increpar al jujeño, que reaccionó dándole un cabezazo en la cara. Por esa actitud, Ortega vio la tarjeta roja directa, poniendo el partido en igualdad de condiciones. “Fue una jugada que hasta el día de hoy me cuesta superar. Una de las cosas más tristes que me pasó en el fútbol. Fue un Mundial maravilloso, estaba en la plenitud de mi carrera. Fue un partido que estaba para ganar. Le habían echado un jugador a Holanda. No me cobran un penal, caigo, fue un segundo, una reacción que hasta el día de hoy me arrepiento. Lo tenía a Van der Sar, intenté pegarle un cabezazo de la bronca. Milésimas de segundo, me echaron. En el trayecto que me voy al vestuario escucho un gol. Le pregunto al utilero. Era de Holanda. Tenía ganas de volverme caminando hasta Argentina. Ver a tus compañeros entrar… Fue algo tristísimo para mi vida, mi carrera. Me costó superarlo. No se supera. No lo pude superar. Quiero volver el tiempo atrás a esa jugada… Me han pasado otras cosas en el fútbol pero no como esa. Perdimos por mi culpa. Si estaba en cancha en ese momento… Fueron 5 minutos como una tragedia” confesó años después «El Burrito» Ortega totalmente arrepentido de su acción.

Casi inmediatamente, Bergkamp marcaría el 2-1 definitivo con una magnífica maniobra para quitarse la marca de Ayala y definir ante el achique de Roa, en el que se considera uno de los mejores goles de la historia de los Mundiales de fútbol.

 

 


Paola Murrandi