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MiniDisc Sony Euro Sixes, el torneo de Johan Cruyff totalmente olvidado

 

MiniDisc Sony Euro Sixes, fue un torneo de fútbol 6 que se disputó el 27 y 28 de enero de 1997 en el Ámsterdam Arena. Fue organizado por la compañía japonesa Sony y Johan Cruyff y reunió a cuatro de los mejores clubes europeos del momento y todas sus estrellas: AFC Ajax, AC Milan, Liverpool FC y Glasgow Rangers.

Aquel torneo, impensable hoy en día, fue ideado por el legendario futbolista holandés Johan Cruyff. Sus partidos se dividieron en cuatro cuartos de ocho minutos en un formato de ida y vuelta, con partidos para el tercer y el cuarto puesto, y la gran final.

 

 

El MiniDisc Sony Euro Sixes se jugó sobre una alfombra de hierba natural instalada especialmente para el evento (una gran mala idea), con áreas de tamaño inusual, y con porterías de fútbol 11. También había jueces de línea y se utilizaba un sistema de cuenta atrás en lugar del tiempo añadido. Quedaba claro que Johan había dedicado tiempo a elaborar las reglas y a adaptar el estadio para un torneo muy singular, aunque la verdad es que se inspiró en el Tennents’ Sixes, un torneo anual de fútbol indoor disputado cada mes de enero por clubes de fútbol senior de Escocia entre 1984 y 1993.

 

 

El patrocinio de la marca japonesa Sony fue la gran razón por la que asistieron equipos tan grandes y jugadores tan influyentes. Se dice que cada equipo recibió 120.000 libras esterlinas por participar, bajo la presunción de que los jugadores más importantes participarían en todo momento y con bonificaciones adicionales basadas en el rendimiento según la posición en la que cada equipo terminara en el torneo. Todos los equipos contaban con grandes plantillas plagadas de estrellas internacionales y se permitían constantes sustituciones.

 

 

La mayoría de los clubes se encontraban en plena temporada, el Liverpool FC y el AC Milan aterrizaron en Ámsterdam el día siguiente de sus partidos de liga, el Glasgow Rangers tenía un día más de descanso, y el anfitrión AFC Ajax estaba en pleno parón invernal. Es evidente que los anfitriones fueron los que más tiempo dedicaron a los entrenamientos y a la preparación, lo cual es comprensible, ya que eran los que más tenían que perder.

 

 

Con un periodo de preparación más largo que el del rival, junto con una asistencia fuerte y apasionada y un estadio con predominio de seguidores del Ajax, la presión recaía sobre ellos. El mejor ejemplo de su preparación extra para el evento es que pusieron en más de un encuentro al defensa Frank de Boer en la portería al más puro estilo futsal. Aunque pueda parecer desacertado, demostraba que el equipo de Louis van Gaal había dedicado tiempo a planificar diferentes tácticas para hacerse con la competición.

 

 

Los partidos no se retransmitieron en Gran Bretaña u otras partes de Europa, a excepción de Italia y Países Bajos, por lo que muchos aficionados ni siquiera se enteraron de que se estaba celebrando. Derek McInnes, actual entrenador del Aberdeen y jugador del Rangers en aquel torneo, recuerda su experiencia en la competición. «Todo fue un poco sorprendente. Hubo cierta inquietud sobre si nosotros (los jugadores y el club) debíamos aceptar jugar aquella competición en medio de la temporada, pero con Sony a bordo parecía que sería bastante prestigioso y nos interesaba ver qué otros clubes participarían. Desde nuestro punto de vista, como jugadores, nos hacía mucha ilusión. Desde el punto de vista del club y de Walter Smith (entonces entrenador del Rangers), probablemente pensaban que era lo último que debíamos hacer, pero era una gran oportunidad para que el club demostrara que estaba a la altura del Liverpool, el AC Milan y el Ajax. Creo que la principal razón por la que el Rangers participó fue por ello, así como por el beneficio económico que suponía para el club y los jugadores».

 

 

En el primero de los partidos, disputado ante más de 21.000 aficionados bajo el techo retráctil del estadio, el Rangers fue vapuleado por el Ajax (6-2), con dos goles de Patrick Kluivert y Kiki Musampa. Jari Litmanen y Marc Overmars también marcaron, y Jorg Albertz y Gordon Durie se encargaron de consolar al campeón escocés.

Si el técnico del Gers, Walter Smith, no estaba ya cuestionando los méritos de la competición, lo habría hecho sin duda cuando Paul Gascoigne se lesionó el tobillo en un choque con el portero del Ajax, Fred Grim. Posteriormente, abandonó el estadio con muletas. La lesión de Gascoigne fue tan grave que se perdió el partido de clasificación de Inglaterra para el Mundial contra Italia en Wembley 16 días después. Sin Gascoigne, el equipo de Glenn Hoddle fue derrotado por 1-0, gracias a un gol de Gianfranco Zola.

De hecho, Gascoigne no regresó hasta pasados unos tres meses y nunca recuperó su forma una vez que estuvo en forma, lo que le llevó a perderse una plaza en la selección de Hoddle para el Mundial de 1998. Fue un precio muy alto para un partido de exhibición.

 

 

Las cosas no mejoraron para los clubes británicos cuando el Liverpool fue vapuleado 5-0 por el Milan en el segundo partido del día, con un brillante gol de Edgar Davids como punto culminante. Los reds en el segundo partido cayeron por 7-3 ante el Rangers. Dominic Matteo (2) y John Barnes marcaron para los de Roy Evans, pero Ally McCoist (2), Albertz (2), Derek McInnes, Greg Shields y Peter van Vossen aseguraron una cómoda victoria para los Gers. En el tercer partido el Ajax se impuso 8-1, y en la lucha por el tercer puesto contra el Rangers perdieron en los penaltis. Catastrófico para los de Merseyside.

 

 

En la gran final el AC Milan se impuso por 6-2 al Ajax, con gran gol de Dejan Savićević. Roberto Baggio fue designado como mejor jugador, Angelo Pagotto como mejor portero, Jari Litmanen por el gol más bonito, y Patrick Kluivert como el jugador que protagonizó la mejor jugada. Sin duda, un torneo impensable en los tiempos actuales.