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Mentiras, subvenciones y periodismo deportivo español

 

Portadas con noticias totalmente inventadas, falsas exclusivas para revolucionar el canal de Twitch/YouTube del periodista (contorsionista gritón) de turno, supuestos fichajes casi cerrados para dar contenido a discusiones televisadas o el uso abusivo de bots en Twitter hasta conseguir notoriedad. Recursos que por desgracia se han convertido en modus vivendi del lado oscuro del periodismo español, y que se practican con total impunidad. Los tiempos evolucionan, y la calidad escasea, aunque por suerte sigue existiendo, y no precisamente en las cabeceras tradicionales.

A base de mentiras, ego, sensacionalismo y polémicas, parece ser que en territorio español cualquiera puede llegar lejos si sabe cómo manejarse entre una audiencia totalmente permisiva con este tipo de prácticas. Un triste panorama que por desgracia no es nuevo, viene de lejos y con el paso del tiempo sigue inevitablemente evolucionando.

Pero esta no es la única manera de llegar al olimpo de la información deportiva en España. Existe otra, el periodismo de subvención. ¿Como practicarlo? Si no tienes dinero olvídate. Pero si lo tienes, o lo puedes conseguir (para poder pagar oficinas y trabajadores como mínimo los dos primeros años) lánzate sin pensarlo, aunque ni la audiencia ni los resultados económicos te acompañen en ningún momento, ¡eso es lo de menos! Dedica tus esfuerzos extra a conseguir los contactos políticos e institucionales necesarios para sobrevivir a dedo. Eso sí, no olvides nunca quién te da de comer, eso es sagrado. Si no que se lo pregunten a dos revistas veteranas dedicadas al fútbol que mantuvieron silencio sepulcral ante la grave crisis del affaire «Geri & Rubi».

Y cuando la impunidad campa a sus anchas, algunos más confiados y creyendo que son los más listos del circo mediático, llevan las malas artes un paso más allá, con el uso abusivo de bots para potenciar sus perfiles en redes sociales, y ¡hasta creándose su propio club de fans! Si no que se lo pregunten al autonombrado «líder» de un medio en línea dedicado exclusivamente a la actualidad de una liga en concreto (a buen entendedor, pocas palabras bastan). Con dinero, también parece que te puedes comprar tu pequeño sitio en el firmamento del periodismo español, aunque esté construido sobre una mentira y no para complacer a una audiencia real.

Pero la nula autocrítica de quién se considera intocable también lleva a capítulos de surrealismo (para gozo del buen espectador). ¿Os imagináis una revista que siempre ha imprimido en papel queriéndose subir al tren de la sostenibilidad organizando una campaña para plantar árboles? Sí, en España todo es posible, como también existen industrias nocivas para el medioambiente que compran espacios publicitarios para darnos lecciones ecofriendly…

Y podríamos seguir enumerando más casos remarcables, como los periodistas con un ego desmesurado que juegan a ser «superstars» a la altura de los verdaderos protagonistas, y su único mérito para devenir populares ha sido comprar su carrera profesional, literalmente. Que difícil es gestionar el ego, ¿verdad?