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Materazzi vs Lentini, el spareggio de la violencia de 1998

 

Los capitanes Gigi Lentini y Marco Materazzi, junto al árbitro Graziano Cesari, protagonizaron uno de los partidos de desempate más violentos que se recuerdan en Italia. Torino y Perugia se enfrentaron un caluroso 21 de junio de 1998 en el estadio Giglio de Reggio Emilia, en un partido que hizo perder la cabeza al central italiano, que previamente ya había incendiado el partido con polémicas declaraciones menospreciando a Lentini.

Los dos equipos llegaron al encuentro tras clausurar la temporada regular, emparejados en el cuarto puesto de la clasificación, con 62 puntos, por lo que el spareggio era necesario para decidir quién, además de Salernitana, Venezia y Cagliari, quien debía subir a la Serie A.

 

 

Tras un intercambio de banderines hostil que prometía violencia sobre el terreno de juego, Marco se cobró el feo gesto de Lentini en el terreno de juego con una entrada espeluznante (que no le costó la roja) y que acabó con el delantero retorciéndose de dolor en el suelo. A día de hoy, aun algunos aficionados italianos se acuerdan de aquel encuentro envenenado por un visceral artículo publicado en Corsport. Incluso Ferrante contó que Materazzi le amenazó durante todo el partido con matarlo.

Años después de aquella eliminatoria, Lentini al ser preguntado hizo las siguientes declaraciones. «¿Materazzi? No hay palabras para describirlo. Una persona desleal. En aquella época había menos cámaras en el campo y él hacía cosas que no se pueden contar. No es un jugador de fútbol».

 

 

En Reggio Emilia, el Torino se quedó con 10 hombres a los 8 minutos de juego por la expulsión de Tricarico. El Grifo logró adelantarse a la media hora de la reanudación gracias a un tanto de Tovalieri, pero el ariete granata Ferrante restableció la igualdad solo cinco minutos después.

El 1-1 no cambió ni siquiera tras la prórroga, por lo que el ascenso a Serie A se decidió en los penaltis. El único que falló fue Tony Dorigo (poste) y luego le tocó a la Cobra Tovalieri transformar el penalti decisivo que hizo enloquecer de alegría a todos los rojiblancos. Tovalieri contra Bucci y el ascenso a la Serie A concentrados en once metros.

 

 

El epílogo, por desgracia, es conocido por todos los aficionados granata: el Toro que, por culpa del poste de Tony Dorigo y de aquellos malditos penaltis en Reggio Emilia, vio frustrados todos sus esfuerzos.