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Martin Dahlin, el vikingo afrovenezolano de la Suecia de USA 94

 

Hijo de un músico afrovenezolano y de una psicóloga sueca, y con nombre haciendo referencia directa a Martin Luther King, Martin Nathaniel Dahlin nació en Uddevalla, Suecia, un 16 de abril de 1968. Fue uno de los míticos componentes de la Suecia que logró el tercer lugar en la Copa Mundial de Fútbol de 1994 celebrada en Estados Unidos. Una lesión de espalda sufrida a los 29 años fue la responsable de poner fin prematuramente a su carrera.

 

 

Sus inicios en Suecia y su explosión en la Bundesliga

Por motivos profesionales su familia se trasladó a la ciudad de Lund, al sur del país, y fue allí, en el Lunds Bollklubb, donde comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo del fútbol, hasta que captó la atención de los ojeadores del Malmö FF, equipo con el que firmó su primer contrato profesional en 1986 con tan solo 19 años. Un año después, el técnico inglés Roy Hodgson lo subió al primer equipo «Himmelsblått» y en 1988 (su primera temporada en la Allsvenskan) fue la estrella goleadora del equipo con 17 tantos en 21 partidos.

 

 

Allí permaneció cuatro temporadas, ganando dos títulos ligueros (1988 y 1989) y una Svenska Cupen (1988–89). Su siguiente destino fue el Borussia VfL Mönchengladbach, donde el técnico austriaco Bernd Krauss depositó toda su confianza en él sacando lo mejor del delantero. Su primera estancia en Alemania se saldó con 106 partidos y 5 goles des de 1991 a 1996.

 

 

En 1993 fue galardonado con el «Guldbollen», Balón de Oro al mejor jugador sueco del año, llegando al Mundial de Estados Unidos como una de las grandes referencias de su selección junto a Henrik Larsson, Kennet Andersson, Tomas Brolin, Thomas Ravelli o Jesper Blomqvist. Incluso llegó a ser la portada de la versión sueca del álbum oficial del Mundial.

 

 

El Mundial de 1994, el punto de inflexión

Dahlin, que entonces tenía 26 años, marcó cuatro goles en cinco partidos, y Suecia realizó su mejor actuación en una fase final desde que se proclamó subcampeona en 1958. Los suecos habían llegado a las semifinales de la Eurocopa dos años antes y estaban en su mejor momento. «Teníamos muchos jugadores que estaban en su mejor momento. Nuestro seleccionador, Tommy Svensson, consiguió que todos rindiéramos al máximo. En la defensa teníamos a Patrick Andersson, que después de ese torneo pasó a jugar en el Bayern de Múnich y posteriormente en el Barcelona. En el centro del campo, Jonas Thern jugó en la Serie A y también estaba Tomas Brolin, por supuesto. Y tengo que mencionarme a mí y a Kennet Andersson en el ataque».

 

 

Suecia se estrenó en el torneo contra Camerún, y Dahlin consiguió un punto con un gol de empate en los últimos minutos del partido (2-2). El primero fue un cabezazo raso y anguloso que se coló por la escuadra, y el segundo, un cabezazo que se coló por la escuadra tras un centro de Kennet Andersson. «Marcar dos goles contra Rusia y ser derribado consiguiendo un penalti a favor fue uno de los momentos más importantes para mí», afirma.

Ausente en el último partido de la fase de grupos, contra Brasil, por sanción, Dahlin marcó el primer gol de los suecos en la derrota por 3-1 ante Arabia Saudí en la segunda ronda. Una victoria en la tanda de penaltis permitió a los suecos superar a Rumanía y acceder a la semifinal contra Brasil, que terminó con una derrota.

Dahlin no participó en la posterior eliminatoria por el tercer puesto contra Bulgaria por una lesión, por lo que terminó a un gol de su compañero Kennet Andersson, y a dos de los máximos goleadores, Hristo Stoitchkov y Oleg Salenko. El sueco señala: «La gente me pregunta qué habría pasado si hubiera jugado todos los partidos. Tal vez si hubiera jugado esos dos partidos extra habría tenido la oportunidad de marcar otros dos o tres goles y terminar como máximo goleador».

«Pero no pienso en esas cosas porque tenía un amigo, Jan Eriksson, que se lesionó dos semanas antes del Mundial y no jugó ni un solo partido, así que estoy muy satisfecho con lo que conseguí. Toda la experiencia de estar en el Mundial y tener éxito y marcar goles fue increíble».

 

 

De Alemania a Italia, con billete de retorno y triste final

Cuando su contrato expiraba con el Borussia VfL Mönchengladbach, llegó a un acuerdo con la Juventus, solamente faltaba que el Mönchengladbach exigiera una cantidad. «Estaba bastante seguro de que aceptarían y por eso rechacé ofertas de otros clubes, como el Bayern de Munich y la Fiorentina, y de otros clubes de Europa», recuerda. «Tenía este acuerdo firmado, pero no pudieron llegar a un acuerdo y en el último momento apareció el Roma».

 

 

Dahlin solamente vistió la camiseta del equipo de la capital italiana en tres ocasiones durante una estancia de seis meses en 1996/97. Sus oportunidades en el primer equipo se vieron limitadas por la competencia de otros cuatro delanteros, por lo que pidió volver cedido al Mönchengladbach, donde marcó diez goles en 20 partidos. Luego, en el verano de 1997, fichó por el Blackburn Rovers inglés.

Sin embargo, en seis meses sufrió la lesión que acabó con su carrera. Tras dejar el Blackburn, regresó brevemente a la Bundesliga con el Hamburgo, antes de aceptar que no podía seguir jugando. «Tenía 30 años cuando me retiré, pero estoy muy agradecido por todo lo que pude vivir», afirma.

Su balance con la selección absoluta sueca fue de 60 partidos y 29 goles, con participación en la selección sueca de las Olimpíadas de 1988, con 6 partidos sin ver puerta.