Mário Jardel fue el fichaje estrella del Deportivo Alavés en el período invernal de 2005, y llegó gracias a las gestiones del presidente Dmitry Piterman. El goleador brasileño, de 31 años por aquel entonces, apenas pasó 25 días en la capital alavesa desde su llegada a Gasteiz un 28 de enero, una jornada marcada por la abundante nevada que sufría la ciudad.
Aunque firmó ese mercado de invierno hasta el 30 de junio con opción a renovar su acuerdo por dos temporadas más, la relación entre el jugador y Piterman se tensó porque, según apuntó el club entonces, Jardel exigía cobrar algunas cantidades por adelantado. Finalmente, el ariete acabó dejando el equipo y regresando a Brasil.
«Durante las últimas semanas se ha estado a la espera de aclarar la situación legal del jugador Mario Jardel con respecto a la resolución del conflicto que mantiene con el club argentino Newell’s Old Boys. A lo largo de este tiempo, Mario Jardel ha solicitado adelantos económicos, a los cuales no ha accedido el club antes de tener clara la situación legal acerca de su pase internacional. Mario Jardel, por iniciativa y voluntad propias, ha decidido abandonar Vitoria y regresar a su país, Brasil», concluía la nota remitida por el club para explicar la marcha del ariete brasileño.
Según el propio jugador, el club argentino del Newell’s Old Boys le adeudaba cinco mensualidades de su salario y, hasta no firmar el correspondiente finiquito de su contrato, no era posible regularizar su situación para inscribirlo y obtener la ficha correspondiente por parte de la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LNFP).
El futbolista brasileño-portugués, que fue «Bota de Oro» como máximo goleador en Europa durante las temporadas 1998-99 (Oporto) y 2001-02 (Spórting de Lisboa), jugó en las últimas campañas en equipos de gran nivel, como Vasco de Gama, Gremio, Oporto, Galatasaray, Sporting de Lisboa, Bolton, Ancona, Palmeiras y, en Newell’s Old Boys.