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Ma Mingyu, el total descalabro del primer futbolista chino en la Serie A

 

«Si a Del Piero le apodan Pinturicchio, a mí me podrían llamar Miguel Ángel». El año 2000 Ma Ming Yu acababa de aterrizar en el Perugia, cedido por el Guancheng, y su frase de presentación fue descomunal, teniendo en cuenta que acabó siendo apodado por la afición «grifoni» como «Il bidone (la papelera)».

 

 

El vicepresidente del equipo umbriano, ante la prensa italiana, aseguraba que el jugador chino podría repetir las hazañas de Nakata en el terreno de juego, y hasta el propio Luciano, el propietario, lo considera una sólida inversión, convencido que marcaría un antes y un después. Ma Mingyu fue el primer futbolista chino en fichar por un equipo de la Serie A italiana, sin embargo, por desgracia para él y para el club, la apuesta al estilo Hidetoshi Nakata esta vez concluyó en uno de los mayores fracasos de la historia del Calcio. Con su aspecto de anciano y una lentitud poco común, el centrocampista asiático no llegó a disputar ni un solo minuto oficial en Serie A.

No hay que olvidar que el Perugia de aquellos años nos había acostumbrado a operaciones pintorescas. Muchas de ellas absolutamente brillantes, otras más bien comerciales, como aquella en la que incluso participó el hijo de Gheddafi (con un debut oficial y un amistoso pagado por el propio jugador contra el FC Barcelona). Tras elegir un dorsal desafiante, el 9, Ma Mingyu se puso a las órdenes del entrenador. Un amistoso y un breve paso por la Coppa Italia contra el Salernitana le bastaron para fracasar inexorablemente. Al principio incluso se atrevió a quejarse a través de su agente, pero luego se enderezó y declaró que aún no era lo suficientemente bueno para jugar en la Serie A. Cosmi, su entrenador, apreció su compromiso y durante una conferencia, a la enésima pregunta de los periodistas asiáticos, responde lo siguiente: «No es un ectoplasma. Tiene calidad y visión. En mi opinión no le falta mucho para que deje de mandarlo a la grada».

 

 

La afirmación sonó más bien a una burla velada, aunque tal vez simplemente pretendía ser una forma de alabar la entrega de Ma Mingyu. Al final de la temporada, tras su marcha, el presidente Alessandro Gaucci lo calificó como «una buena compra». Probablemente, se refiriera a los ingresos procedentes del Este…

Tras el fracaso en el Perugia, Ma Mingyu regresó a su antiguo club, el Guancheng. La temporada siguiente disputó el Mundial de Corea del Sur/Japón con el brazalete de capitán. El entrenador trotamundos Bora Milutinović lo quería y le confió las llaves del juego chino. Su participación fue un fracaso a pesar de que fue el primer disparo a puerta de la historia de China en el Mundial. Se jubiló al año siguiente, en 2003, con poco más de 30 años. Un detalle que refuerza aún más la creencia de que el director no tenía realmente la edad declarada cuando llegó a Italia…