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Luis Figo en la Juventus y Parma, historia del no fichaje

 

En 1994, Luis Figo era un joven interior derecho del Sporting CP con mucho futuro por delante, destacando jornada tras jornada en la liga de su país. Su fama internacional, después de tres años de progresión imparable en Lisboa, tuvo que esperar hasta un 27 de septiembre de aquel año, tras la disputa de la primera eliminatoria de la segunda fase de la Copa de la UEFA de la temporada 1994-1995. En aquel partido ante el Real Madrid de Zamorano, Laudrup, Luis Enrique y Hierro, Luis Figo consiguió llamar la atención de los principales clubes de Europa, entre ellos el FC Barcelona, que no dudaron en interesarse por su fichaje llamando a las oficinas de José Veiga.

 

 

Desde la temporada 1991-1992 Figo fue un fijo en el once inicial del Sporting CP, jugando más de 30 partidos por temporada, y destacando en los pases de gol. La temporada 1993-1994 el futbolista luso marcó 11 goles y asistió en 13 ocasiones. La temporada siguiente repitió la cifra de goles, aumentando hasta 17 los pases de gol, y consiguió su primer título como profesional, la Taça de Portugal. Luis Figo con tan solo 22 años se había convertido en uno de los jugadores más prometedores de Europa.

 

 

La sorpresa de los culés fue descubrir que el jugador ya había firmado por otro club, o más bien por dos a la vez y de la Serie A italiana, algo que estaba totalmente prohibido y que estaba castigado con dos años de inhabilitación. A pesar de ello, el Barça se interesó y buscó la fórmula para hacer efectivo su fichaje. Lo primero que se hizo fue anular el acuerdo con la Juventus, al que llegó el 1 de julio de 1995. José Veiga habló con el club italiano, explicando que había un lío, que el jugador había firmado también con el Parma. Moggi se enfadó y, tras negociar en Turín, acabó liberado el compromiso de Figo con la Juventus.

Después llegó el pacto del Barça con el Parma, el jugador jugaría un año cedido en Barcelona y, si convencía, al año siguiente se haría la compra del futbolista. Y es lo que acabó sucediendo. Fue una cesión sin que Figo llegara a pasar nunca por el Parma. Fue una solución que contentó a todas las partes porque, si Figo firmaba por el Barça teniendo un contrato con el Parma, le habrían caído dos años de sanción europea. Aunque a muchos medios de comunicación y a los protagonistas de la historia se les haya olvidado, al jugador sí que le acabó cayendo una sanción, dos años de inhabilitación para jugar en Italia, como así lo decidió la Federazione Italiana Giuoco Calcio un 17 de febrero de 1995.

 

 

El culebrón terminó el 20 de abril de 1995, cuando Luis Figo convocó una rueda de prensa. «Está todo decidido, soy jugador del Barcelona». José Sousa Cintra, presidente del club luso, amenazó con denunciar el jugador a la FIFA si el equipo culé no pagaba las cifras acordadas en octubre de 1994 con la Juventus, pero finalmente el club catalán acabó pagando al Sporting CP el canon de formación establecido por la UEFA (unos 2,5 millones de euros).