spot_img

Luis Enrique en el Real Madrid, auge y caída con traición

 

Luis Enrique, con apenas 20 años, fichó por el Real Madrid, donde permanecería un total de 5 temporadas, en las que acabaría conquistando una Liga española, una Copa del Rey y una Supercopa de España. 157 partidos y 14 goles, jugando la mayor parte de los partidos fuera de su posición ideal, la de delantero, y es que su demarcación sobre el terreno de juego se fue retrasando hasta la de lateral derecho. Pese a su sacrificio, la relación con la grada fue empeorando con el paso del tiempo, y pasó de ser uno de los favoritos de la afición merengue, por su carácter luchador y chulesco, a ser silbado en más de una ocasión.

El 28 de mayo, y tan solo 3 días después de su último partido vestido de blanco, el FC Barcelona y Luis Enrique consumaban la traición, en un hotel y hacían oficial su fichaje.

 

 

Con un pie en el Camp Nou, crónica de un fichaje difícil

El traspaso de Luis Enrique por el Real Madrid fue todo un culebrón el junio de 1991. Plácido Rodríguez, presidente del Sporting de Gijón, primero afirmó haber llegado a un acuerdo verbal con el FC Barcelona para el traspaso del joven delantero, de 22 años. Sin embargo, un despacho de la agencia Efe afirmaba que Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid, había llegado ya a un acuerdo para el fichaje del jugador. Mendoza desmintió posteriormente esa información. Luis Enrique era el delantero de moda en el fútbol español, pese a que solo había jugado una temporada completa en Primera con el Sporting de Gijón.

Para complicar aún más el tema, Javier del Olmo, gerente del club asturiano, afirmó que existían conversaciones entre Mendoza y Rodríguez desde que el conjunto sportinguista jugó en el Santiago Bernabéu su partido de Liga, el 26 de mayo de 1991. Del Olmo, además, incidió en que los contactos con el Barcelona, iniciados antes que con el club madridista, se interrumpieron hacía meses sin llegar a fructiticar. La madre del jugador incluso dijo la suya: «Yo no sé nada, pero me parece que el chico va por el Madrid. Esas son sus intenciones».

 

 

El presidente del Sporting, Plácido Rodríguez, dijo estar muy molesto por las noticias que le llegaban desde Madrid en el sentido de que la operación ya estaba cerrada. «Eso no es cierto», dijo. «En todo caso, el Madrid podría haber llegado a un acuerdo con el jugador, pero no con el club. Además, yo me he comprometido verbalmente con el Barcelona para el traspaso del jugador, y el Madrid solamente puede hacerse con él si deposita los 250 millones de la cláusula de rescisión de su contrato». Mendoza también negó que el acuerdo estuviese cerrado. El presidente del Real Madrid matizó que, si la operación se lleva finalmente a cabo, no diría nada hasta que el Sporting finalizase su participación en la Copa del Rey.

El delantero asturiano también era objeto de deseo del Atlético de Madrid, aunque había sido el Madrid el que mostró mayor interés. El presidente del Sporting, Plácido Rodríguez Guerrero, no se estuvo de reconocer que prefería la oferta del Barcelona -unos 600 millones, 300 para el jugador y 300 para el club, más la cesión por una temporada del delantero-, hecha directamente al club, a la del Madrid, que se dirigió primero al jugador. Luis Enrique tenía una cláusula de rescisión del contrato de 250 millones de pesetas desde que firmó su compromiso profesional aquella temporada con el club, que debía durar hasta la temporada 1994-1995.

 

 

«Fichar por el Real Madrid es un sueño. Ha merecido la pena venir a este equipo, aunque haya renunciado al 15% del traspaso en caso de haber fichado por el Barça. Estudié todas las ofertas, la que más me interesaba era la del Real Madrid. Desde un principio tenía bastante claro que podía jugar aquí. Supone un orgullo recalar en el Real Madrid. Se ha cumplido una ilusión. Todavía no me creo que sea jugador del Real Madrid. Desde pequeño fui del Sporting de Gijón, porque es la verdad. Luego no tenía especial interés por cualquiera de los tres grandes. De todas maneras, uno sabe que el Madrid es un gran club y que el jugador que llega nunca, o casi nunca, se marcha decepcionado. Yo tuve la oportunidad de decidir la opción que quería y si tomé la determinación de fichar por el Real Madrid es porque en conjunto todo me beneficia».

Finalmente, firmó y se unió a los fichajes de Prosinečki, Rocha y Lasa. El asturiano, en competencia con Alfonso Pérez, estaba llamado a sustituir a la figura de Hugo Sánchez, en franco declive y que además estaba lesionado.

 

 

Un delantero marchitado y reconvertido en lateral

En sus primeros años en el equipo blanco, con Radomir Antić y Benito Floro (con breve periodo con Vicente del Bosque) al frente del equipo, no llegó a triunfar como se esperaba, en parte, porque fue reconvertido para jugar en demarcaciones poco habituales para él, como el de lateral o interior, enfocando su juego a labores mucho más defensivas. Su malestar en el club, pese a ser un habitual en las alineaciones titulares, se tradujo en ser designado como posible moneda de cambio en más de un fichaje, como el de Nando procedente del Sevilla.

 

 

Pese a sus malos números, 4 goles en su primer ejercicio como merengue, formó parte del glorioso combinado español que se impuso en los Juegos Olímpicos de 1992, celebrados en Barcelona. Eran y debían ser tiempos de transformación para la Roja, tras la no clasificación para la Eurocopa de Suecia, y lo fueron.

 

 

En el Bernabéu nunca se erigió en estrella, aunque era uno de los favoritos de la afición, provocaba penaltis, ocasionaba autogoles o sus fallos de cara a puerta terminaban en gol de otro. Su carácter agresivo y provocador era otro de sus encantos para dar un aire feroz al equipo.

 

 

Con la llegada de Jorge Valdano, Luis Enrique vivió una de sus mejores etapas en el Bernabéu, participando, principalmente, en la banda derecha; la temporada 1994-95 fue protagonista en una goleada ante el FC Barcelona que finalizó 5-0, llegando a anotar uno de los tantos,​ y en la recta final del campeonato el club merengue se proclamó campeón de Liga.​

 

 

Descarte de Valdano y sus primeros pinitos como entrenador en el «PC Fútbol»

Sin embargo, la temporada 1995-96 significó todo lo contrario para el jugador, con un Real Madrid inmerso en una crisis deportiva,​ que le costó el puesto a Valdano, entrenador que parecía que se había olvidado de él. «No juego y no juego. Y ya está. ¿Descanso? A este paso, con lo descansado que estoy, podré jugar hasta los sesenta o setenta años».

Su ausencia de las alineaciones la cubrió con sus primeros pinitos como entrenador, aunque fuera en un videojuego. «Lo primero que me compré cuando llegue al Real Madrid fue un ordenador, y uno de mis juegos favoritos fue el PC Fútbol». Quique Sánchez Flores confirmó estas declaraciones de Lucho en una entrevista, explicando que pasaban horas junto a Michael Laudrup jugando al manager de Dinamic Multimedia. «Laudrup, Míchel, Luis Enrique y yo estábamos enganchadísimos, siempre que podíamos jugábamos. Yo era muy pesado porque de los cuatro el único que quería ver el visionado del partido era yo. Estábamos horas y horas jugando a eso y curiosamente los cuatro hemos sido luego entrenadores. También jugaba al primer «FIFA», una vez en mi casa Luis Enrique se cayó para atrás, se dio con una mesa de cristal y se cortó. Nos llevamos un susto importante», contó el madrileño.

Fue con la llegada de Arsenio Iglesias que volvió a disfrutar de algunos minutos, aunque el no acuerdo en su renovación precipitó los hechos. Tres días después del último partido de liga en la Romareda, a modo de venganza, el 28 de mayo anunció su fichaje por el FC Barcelona. Con el paso de los años renegó de su pasado como jugador del Real Madrid diciendo textualmente «no me reconozco de blanco».