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Kazu Miura en el Genoa Cricket and Football Club

 

El fichaje del delantero japonés Kazuyoshi Miura por el Genoa Cricket and Football Club, gracias a la gestión del presidente Aldo Spinelli el verano de 1994, supuso el debut del primer japonés en el campeonato italiano de Serie A.

Por aquel entonces, «King Kazu» en su país era el máximo ídolo de la selección, pese a no poder llegar al Mundial de Estados Unidos, tras liderarla para la consecución de la Copa Asia de 1992, además de ser la gran estrella del Yomiuri FC (posteriormente bautizado como Tokyo Verdy). Club con el que llegó a quedar cuarto de la Copa de Clubes de Asia y con el que fue elegido Jugador del Año de la JLeague en 1993.

 

 

Su salto a Europa nació como un auténtico negocio a tres bandas, de hecho, llegó en calidad de préstamo gratuito por un año con opción al segundo, y sus honorarios fueron pagados por un grupo de patrocinadores japoneses interesados en el mercado occidental. El acuerdo se estableció de la siguiente manera: los «rossoblu» harían jugar al japonés de vez en cuando, y a cambio Fuji Television compraría los derechos exclusivos de todos los partidos del Genoa por la suma de mil millones de liras para revenderlos en Japón.

 

 

Tras ultimar todos los detalles del fichaje, su debut no fue el más afortunado: sufrió una grave fractura en la cara tras una entrada de Franco Baresi en los primeros minutos de la primera parte del primer partido del campeonato de Serie A 1994-1995 contra el AC Milan. Se hizo famoso en el Viejo Continente solamente por ser el primer japonés que jugó en Italia y en Europa, ya que, en conjunto, su rendimiento fue pésimo en Marassi. A final de la temporada había acumulado 21 apariciones (casi todas como suplentes) y solo marcó un gol, que, sin embargo, le hizo pasar a la historia del derbi genovés. «King Kazu» lo marcó el 4 de diciembre de 1994, en el partido de ida contra la Sampdoria, que terminó 3-2 a favor de los «blucerchiati».

 

 

Miura, que había renunciado a la mitad de su salario para jugar en Italia, su salario en Japón se acercaba a los tres mil quinientos millones de liras anuales, al final de la temporada hizo las maletas y fichó por el Verdy Kawasaki japonés, donde permaneció hasta 1998, ganando todo lo que podía ganar y consiguiendo con su selección la primera e histórica clasificación para el Mundial de ese mismo año, del que finalmente quedaría excluido. Golpeado por el orgullo, pero ya en el final de su carrera, llegó a jugar en la liga croata (sin éxito), y en 2005 incluso hizo una breve aparición en el campeonato australiano con el Sydney FC, para volver a su país, donde aún sigue en activo a pesar de sus 55 años.