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Jorge Campos año cero, el origen de «El Brody»

 

Jorge Campos, galardonado en 1993 por la IFFHS como el tercer mejor portero del mundo, fue un espléndido arquero acrobático, arriesgado y extravagante. «El Brody» logró ser una figura nacional e internacional, además de llamar la atención por sus insólitas indumentarias.

Nacido en Acapulco un 15 de octubre de 1966, después de jugar en el fútbol base en diversos conjuntos locales, fue invitado a formar parte de la Escuela de Fútbol de Luis «Chino» Estrada (escuela filial de Club León), mítico exjugador del «Tri». Su debut en categoría senior tuvo lugar cuándo jugaba como amateur en el Acapulco FC, un equipo de Tercera División, posteriormente refundado en dos ocasiones. Fue en aquella etapa cuando se le empezó a conocer como «El Brody», debido a que en su tierra natal, hay la costumbre de referirse a los compañeros como «Brothers».

 

 

Un buen día se enfrentó en partido amistoso a la Universidad de México, y el técnico de la UNAM, Miguel Mejía Barón, le invitó a probar por su equipo. Su gran desempeñó hizo que consiguiera quedarse en el equipo del Pedregal y su historia como futbolista profesional arrancó. La temporada 1988-1989, no pudo debutar como arquero, porque Adolfo Ríos era el titular y tan complicada fue la situación que pidió al entrenador que le diera la oportunidad de mostrarse como delantero.

 

 

«Llegué como portero, pero la verdad es que yo ya había jugado en los dos sitios con los Delfines, aunque sabía que como profesional era más difícil hacerlo. Se lo comenté al Dr. Mejía Barón, me probó en un entreno y me dijo que era bastante bueno en punta y que más adelante intentaría sacarme en algún partido. Posteriormente, por lesiones o suspensiones de los delanteros se me presentó la oportunidad de ser atacante».

 

 

Y la cosa no pudo salirle mejor a Jorge Francisco Campos Navarrete, ya que anotó 24 goles en toda la temporada. Catorce en la Liga y diez en el torneo de la CONCACAF. «El entrenador, Ferretti, tiene mucha confianza en mí, me conoce muy bien y sabe que trataré de ayudar al equipo a marcar goles si así lo requiere, aunque no se pueda hacer mucho en diez minutos. Siempre llevo debajo del uniforme de portero, el de jugador de campo». Campos llevaba siempre dos camisetas con un mismo dorsal.

El seleccionador de México de por aquel entonces, era César Luis Menotti, llegado para relevar a Manuel Lapuente en 1991. Recién aterrizado en México, «El Flaco» comenzó a conocer a sus próximos seleccionados, por lo que una de sus primeras visitas la hizo al Estadio Azul para ver un Cruz Azul vs Pumas acompañado de su colega, Roberto Saporiti, quien reveló la historia. “Con el Flaco Menotti tenemos una famosa anécdota. Hacía poco que había llegado a México y quería ver jugadores, entonces yo le dije: ‘¿vas a seguir tirando el achique hasta pasando el medio campo?’ y me dice que sí, entonces le contesto: ‘tengo un arquero para recomendarte’”, afirmó Saporiti. “Fuimos al Estadio Azul y le digo: ‘Campos, el arquero de Pumas, es el ideal para ti’, entonces cuando salen los jugadores, el último en salir fue Campitos. Cuando ‘El Flaco’ lo ve chiquitito, con los pantalones largos y la polera multicolores, se me giró y me dijo: ‘Sapo, ¿te volviste loco? ¿este petizzo va a ser el arquero de la selección mexicana?’”

 

 

De acuerdo con la anécdota revelada por Roberto Saporiti, Menotti no esperaba el físico de Jorge Campos y mucho menos cuando se trataba de un guardameta nacional, por lo que se limitó a pedirle que esperara al final del encuentro para emitir su opinión. “Flaco, hacé una cosa, vos sos inteligente, mirá el partido y después hablamos”, le comentó Saporiti a Menotti antes del comienzo del juego, pues la habilidad del «Inmortal» ya estaba contrastada en el fútbol mexicano y era cuestión de tiempo para que deslumbrara al nuevo entrenador de la selección. “Me acuerdo como si fuera ayer (…) Me dijo: ‘ah no, este es un atrevido’, pero además ataja, Flaco, vas a ver los córners cómo sale”, reveló Roberto sobre la reacción de César Luis Menotti al ver jugar a Campos.

Roberto Saporiti dirigió 12 años en México en clubes como Atlante, Pumas, Necaxa y Puebla, entre otros, por lo que su presencia a lado de su compatriota Menotti fue clave para que el nuevo seleccionador conociera algunos jugadores mexicanos, entre los que destacó el mítico Jorge Campos. “Cuando lo vio ya decidió incorporarlo a la selección, obviamente no por lo que le dije, sino por lo que miró. Se dio cuenta de que estaba ante un jugador de una personalidad tremenda”, sentenció «El Sapo».

Finalmente el Flaco Menotti estuvo poco más de un año al frente del Tricolor, pues aunque firmó por dos años con la Federación Mexicana de Fútbol, presentó su renuncia tras la salida de los directivos que le llevaron al balompié azteca, por lo que se quedó sin disputar la Copa América de 1993 ni el proyecto rumbo al mundial de Estados Unidos 1994. Un Mundial que fue clave para el portero delante, «lo importante es clasificarnos pronto para Estados Unidos. A nivel personal, el Mundial es una vitrina, ya que acuden los mejores entrenadores y directivos en busca de nuevas estrellas. Espero destacar para tener ofertas de equipos de algún país. Me encantaría jugar en España, Francia o Italia. Si tuviera que elegir me gustaría jugar en España, puesto que existen grandes instituciones allí. Soy un gran seguidor de los partidos de la Liga española».

 

 

La aspiración máxima de este jugador nacido en Acapulco era militar en algún equipo europeo con todo lo que ello representaba. Su altura podía ser un handicap muy grande si tenía que luchar con porteros europeos. «Soy bajo en comparación con los porteros europeos, pero cada uno tiene sus cualidades y limitaciones, suplo mi estatura con ubicación. En Europa prefieren jugadores de ataque, pero yo intentaré demostrar que en México existen buenos jugadores y porteros».

El guardameta de la UNAM llegó a la selección nacional mexicana de la mano del que fuera entrenador del FC Barcelona y del Atlético de Madrid, César Luis Menotti. El argentino confiaba en las cualidades de Jorge Campos como portero y lo comparaba con el mítico guardameta argentino, Hugo Gatti, conocido en todo el mundo con el sobrenombre de «Loco». Menotti creía que Campos tenía la misma agresividad que el argentino, al igual que los excelentes reflejos por los que sobresalía Gatti.