¿Estuvo realmente Johan Cruyff en la órbita del Real Madrid para ser su entrenador para la temporada 1993-1994? ¿Fueron reales sus declaraciones asegurando que estudiaría una oferta de los merengues y que protagonizaron la portada histórica del diario As del 10 de marzo de 1993? Lo desvelamos a continuación.
El ambiente a principios de marzo del año post olímpico era realmente convulso en las oficinas del Camp Nou, y el clímax llegó en una rueda de prensa previa a la disputa de la final de la Supercopa de Europa ante el Werder Bremen. En esta, Johan Cruyff dio un ultimátum a la directiva presidida por Josep Lluís Núñez para que resolviera los pequeños problemas que entorpecían su renovación «antes de tres días» o dejaría el tema hasta después de que terminara la Liga. El astro holandés se justificaba con la siguiente argumentación: «ahora, en estos momentos, tiene más importancia la Liga, y no quiero que haya distracciones externas. Con los partidos que vienen (el sábado visitaba el Camp Nou el Deportivo) hay que tener tranquilidad. Lo digo ahora porque no puedo estar más tiempo escondiendo las cosas sin mentir. Y a mí no me gusta mentir». También añadía que la directiva tenía la intención de «variar algunas cosas» pactadas en un precontrato firmado antes de iniciarse el proceso electoral, en el que gozaba de todo tipo de prerrogativas.
El tono de sus palabras fue creciendo hasta rectificar unas declaraciones de amor eterno por el club blaugrana en las que aseguraba que si se iba dejaría de entrenar. «Si no renuevo no quiere decir que vaya a otro equipo, pero a lo mejor de aquí a seis meses tengo que cambiar la decisión». Las alarmas saltaron cuándo al ser preguntado si aceptaría una oferta del Real Madrid, respondió lo siguiente: «yo no quiero vivir en otra ciudad ni pienso en ningún club, pero al Real Madrid no se le puede decir nunca jamás. En estos momentos hay un noventa y nueve por ciento de posibilidades de que no vaya al Real Madrid», sentenció ante la sorpresa de los asistentes. Unas declaraciones olvidadas con el paso del tiempo y que fueron totalmente ignoradas por el Diario Sport y Mundo Deportivo, no así por la prensa de Madrid y la revista Don Balón.
Aquella rueda de prensa sentó muy mal a la directiva, y oficialmente, Núñez respondió a través de la agencia EFE que no existía ningún tipo de problema para que el técnico renovase. A pesar de sus palabras conciliadoras, fuentes próximas al máximo dirigente azulgrana aseguraron al periódico El País que Núñez se estaba planteando la posibilidad de abandonar la comisión técnica y no dialogar directamente con Cruyff, dejando la labor en manos del gerente, Antón Parera, que ya ejerció esa función. Las mismas fuentes calificaron la actitud del técnico de «impresentable, ya que sus palabras son malévolas y solo están destinadas a crear confusión entre los socios. La gente ha de saber que estos días hemos estado en permanente contacto con Cruyff y jamás nos ha dicho nada».