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Iván de la Peña, el incomprendido mejor socio de Ronaldo

 

Iván de la Peña, también conocido como «Lo Pelat» o «El pequeño buda», fue uno de aquellos jugadores irrepetibles por su estilo de juego, y por su aportación ofensiva. Un centrocampista de maniobras verticales, con buen toque y una excelente capacidad para ofrecer pases milimétricos capaces de dinamitar cualquier tipo de sistema defensivo que se le pusiera por delante. Un verdadero estratega que aportó originalidad al juego y que se hizo rápidamente carismático entre la afición por su aspecto (la cabeza siempre afeitada).

 

 

Un centrocampista superlativo cuándo sus entrenadores supieron rodearlo de los elementos necesarios para sacar su mejor versión. Algo que muy pocas veces fue posible, ya que mayoritariamente sufrió la desconfianza en el Camp Nou, y por supuesto en la selección española: Cruyff puso en duda su habilidad con la pierna izquierda con declaraciones agresivas, Clemente y Camacho nunca contaron con él para la selección (no debutó en la absoluta ¡hasta 2005! con Luis Aragonés), a Robson también le entraban las dudas a pesar de su buen estado de forma, y Van Gaal lo acabó acompañando a la puerta de salida, rumbo a la Serie A, con la excusa de una lesión muscular.

¿Su gran talón de Aquiles? Sus constantes pérdidas de balón y su poca aportación defensiva.

 

 

Por el contrario, Iván era un futbolista amado y preciado por los aficionados, y por los que fueron sus mejores socios sobre el terreno de juego, Ronaldo (en el FC Barcelona), Raúl González (en la Sub-21), y Raúl Tamudo (en el RCD Espanyol). “Hoy el fútbol está triste. La retirada de Ivan de la Peña de los terrenos de juego es una gran pérdida para los que amamos el fútbol arte. Todos echaremos de menos sus fantásticos pases milimétricos”, escribió Ronaldo el día que el ‘Pequeño Buda’ anunció su retiro. No hay que olvidar que el delantero brasileño también aseguró que si hubiera tenido a Iván de compañero en la canarinha «hubiera marcado el doble de goles».

 

 

En su palmarés sumó, tras disputar 369 partidos y marcar 24 goles, 1 Supercopa de España, 3 Copas del Rey, 1 Liga, 1 Supercoppa Italia, 2 Recopas de Europa y 1 Supercopa de Europa. Con la selección española absoluta tan solo llegó a disputar 5 encuentros.

 

 

Denominación de origen Santander

Iván de la Peña López nació en Santander, un 6 de mayo de 1976, ciudad donde creció y se formó en el colegio, la Escuela Municipal de Fútbol y la Obra San Martín. Posteriormente, daría el salto al Perines y, después, al Racing de Santander, donde llamaría la atención del FC Barcelona. Quién sabe si su gran motivación para jugar algún día vestido de culé, nació el primer día de septiembre de 1985, cuándo al Racing de Santander le tocó arrancar con el Barça de Alexanco, Julio Alberto, Schuster o Marcos Alonso. Aquel día Iván no faltó en la foto con los futbolistas.

 

 

Pocos años después de aquel mítico momento, el Barça lo incorporaría a La Masia. Allí Iván encabezó la popular generación denominada la «Quinta del Mini» en la que destacaron Òscar García, Roger García, Albert Celades, Toni Velamazán, Juan Carlos Moreno y Quique Álvarez. «Lo Pelat» iría escalando categorías hasta llegar al primer equipo como el heredero natural de Josep Guardiola.

 

 

Barcelona, la única ciudad que lo vio brillar

Iván debutó en la primera división española en 1995, con 19 años, de la mano del entrenador neerlandés Johan Cruyff en un partido contra el Real Valladolid, en el que marcó el 0-2 final. En 1996 incluso disputó el campeonato de Europa sub-21 con la selección española y participa en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Su primera temporada en el primer equipo del FC Barcelona terminó sin títulos, algo que forzó la llegada al banquillo culé del técnico inglés Bobby Robson.

 

 

Con el inglés en el banquillo, Iván de la Peña asumió un rol importante en el equipo, ganándose la titularidad en la segunda mitad de la temporada. Al final de la campaña, el Barça ganó la Supercopa de España, la Copa del Rey, y la Recopa de Europa. La temporada siguiente, la 1997/1998, el Barcelona volvió a cambiar de entrenador, Robson pasó a ocupar el cargo de director deportivo y Louis Van Gaal se convirtió en el nuevo técnico.

De la Peña empezó como titular, pero el entrenador neerlandés lo alternó en el equipo con el brasileño Giovanni, un jugador con unas características totalmente diferentes. El Barcelona acabaría conquistando la Liga española, la Copa del Rey, y la Supercopa de Europa.

 

 

Una lesión muscular fue la excusa perfecta del entrenador holandés para traspasarlo, el verano de 1998, a la Lazio, que pagó 2500 millones de pesetas al FC Barcelona para hacerse con sus servicios. Allí el entrenador sueco Sven-Göran Eriksson comenzó dándole la titularidad en el equipo romano, pero una lesión hizo que fuera perdiendo la confianza del técnico. Posteriormente, llegaría su cesión al Olympique de Marsella y el siguiente año al Barcelona, donde tampoco alcanzó un buen nivel. Fue precisamente en aquel retorno cuándo el 29 de enero de 2001 sufrió un intento de secuestro, que por suerte no cuajó, cuando se dirigía a la casa de sus suegros, tras salir de las instalaciones del Camp Nou después de realizar una sesión de recuperación de una lesión.

 

 

Fallida incorporación al Celtic de Glasgow y rumbo al Espanyol

Tras su etapa en la Ligue 1, el RCD Espanyol se interesó por su situación, y tras desvincularse de club italiano, de la Peña firmó hasta final de temporada con el club catalán. Allí sí tuvo la confianza del entrenador y exseleccionador español Javier Clemente, y su participación en el equipo fue decisiva para lograr la permanencia en Primera en las últimas jornadas del campeonato.

 

 

Pese a su buen desempeño, la directiva del RCD Espanyol no llegó a un acuerdo de renovación con su representante, con lo que el jugador se queda sin club. Así, la temporada 2003-2004 daba comienzo e Iván se entrenaba en solitario. Fue entonces, junto al portugués Daniel da Cruz Carvalho ‘Dani’, que estuvo a prueba dos días con el Celtic de Glasgow bajo las órdenes de Martin O’Neill, técnico que finalmente los acabó descartando.

 

 

El RCD Espanyol, entrenado esta vez por el francés Luis Fernández, solicitó de nuevo sus servicios con el equipo en puestos de descenso a Segunda. De la Peña aceptó la oferta que le ofrecía el club, y su conexión con el delantero e icono españolista Raúl Tamudo volvió a salvar al RCD Espanyol del descenso en la última jornada del campeonato frente al Real Murcia. Un sector de la prensa deportiva acuñó el término «Dúo Sacapuntos» para referirse a la asociación entre el cántabro y el de Santa Coloma de Gramenet.

En la figura de Raúl Tamudo, Iván encontró a su nuevo «Ronaldo», y su compenetración hizo posible que el RCD Espanyol accediera a la Europa League (en aquel entonces UEFA) y a la consecución de un título de la Copa del Rey.

La 2007-08, jugó prácticamente el mejor año de su carrera deportiva. Después, las continuas lesiones musculares fueron secando su talento. Y así colgó las botas en 2011, después de haber disputado con los «periquitos» 210 partidos, con 9 goles.