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El hattrick de Simeone en el Trofeo Ciudad de Marbella de 1994

 

El hattrick del internacional argentino Diego Pablo Simeone con el Atlético de Madrid, en el Trofeo Ciudad de Marbella de 1994, es una singularidad olvidada por el paso del tiempo. Un mítico trofeo de verano organizado por el club Atlético Marbella con la colaboración del ayuntamiento de Marbella, que celebró su primera edición en 1963, y hasta 1978 se denominó Trofeo Semana del Sol.

Posteriormente, llegarían varios cambios de nombre: de 1979 hasta 1992 se llamó Trofeo Ciudad de Marbella, en 1993 y 1994 fue Trofeo FORTA, y en 1995 Trofeo Antena3 Marbella, volviéndose a llamar Trofeo Ciudad de Marbella en su última edición de 1997.

 

 

En aquella edición de 1994, disputada a un solo partido, el protagonista absoluto fue el nuevo fichaje colchonero y el invitado de excepción, el Club Bruges KV. El club belga contaba en sus filas con el mundialista Amokachi como gran estrella y Hugo Broos como entrenador.

Los últimos 20 minutos bastaron al equipo de Pacho Maturana para hacer tantos goles como había conseguido en el resto de los partidos de torneos veraniegos y alzarse con el primer Trofeo Ciudad de Marbella. Simeone desbarató en el tercio final del partido al Brujas, equipo que en los primeros minutos se enzarzó en un juego bronco que le llevó a los 26 minutos a quedarse con 10 jugadores por expulsión de Reinier. Sin embargo, a pesar de que las oportunidades más claras fueron para el conjunto madrileño, el Atlético fue incapaz de llevar al marcador la diferencia de superioridad mostrada en el terreno de juego. El Club Bruges KV no salió a jugar al fútbol, sino a parar a un correoso Atlético de Madrid que buscaba dar la primera alegría con Maturana en la ciudad donde su presidente era también alcalde.

El Atlético tuvo que esperar hasta el minuto 68 para que Simeone clavara el balón en el ángulo izquierdo del equipo belga y comenzara a desmelenarse. No obstante, el nigeriano Amokachi, el único jugador del Brujas con ganas de llegar a la portería contraria, tuvo dos oportunidades para dejar en evidencia a la defensa rojiblanca. La tarjeta roja directa a Verheyn por entrada fuerte a Toni posibilitó el descalabro del equipo belga y triangulaciones como las de Simeone-Toni y el recién incorporado Kiko, que posibilitaron el segundo gol del mundialista argentino.