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Fernando Chalana, pura fantasía portuguesa

 

Fernando Chalana desprendía magia y arte por los campos de fútbol, deleitó a los adeptos con su fantasía, conquistó la admiración de todos los apasionados por el deporte y fue merecidamente elevado a la dimensión de ídolo en Portugal. Uno de los mayores talentos que han visto la liga portuguesa, francesa y la selección de su país, donde fue internacional en un total de 27 ocasiones y marcó dos goles.

 

 

Era un tipo muy diferente de futbolista portugués comparado a los jugadores de hoy en día físicamente imponentes y versátiles, con una estatura de solo 1.65 metros y un gran bigote caído. Chalana era un extremo electrizante de regates enmarañados y un talento increíble para dejar caer centros milimétricos en las cabezas de los delanteros centrales.

 

 

Nacido el 10 de febrero de 1959 en Barreiro (Portugal), su carrera comenzó en edad juvenil en las filas del Barreirense de su localidad natal. Allí pronto empezó a destacar y el Benfica llamó a su puerta con 15 años tras echarle el ojo Milorad Pavic.

 

 

Pagaron 750 escudos por su fichaje y le incorporaron a su juvenil, con el que conquistaría el campeonato de liga de esta categoría. Apenas dos años después de llegar a Lisboa, empezó a entrenar con el primer equipo, hasta que le llegó la oportunidad de estrenarse en 1976. El rival fue el Farense y Chalana salió en el descanso para jugar los segundos 45 minutos.

 

 

Su impacto inicial, compartiendo protagonismo con Jordão, Nené, Toni Oliveira, Artur Correia o el arquero Manuel Bento, provocó casi inmediatamente la llamada para representar a su selección nacional. Chalana se convirtió en un pilar para el club de su infancia durante los siguientes ocho años, a pesar de sufrir alguna lesión de consideración, como una rotura de los ligamentos de la pierna derecha y una fractura de peroné en la misma pierna.

 

Jugó un papel importante en los grandes éxitos domésticos del Benfica, club en el que estuvo 13 temporadas en dos periodos distintos, que incluyeron seis campeonatos de liga portuguesa, 2 Supercopas y 3 Taças de Portugal. Sus habilidades le valieron el apodo de «Pequeño Genio» y Sven-Göran Eriksson, su entrenador entre 1982 y 1984, lo describió en años posteriores como el jugador más hábil con el que había trabajado. Sin embargo, no era muy reconocido a nivel europeo, pese a ser nombrado mejor jugador de Portugal en 1976 y 1984, donde el mejor resultado del Benfica fue una semifinal de la Recopa en 1981 (derrota ante el Carl Zeiss Jena) y la final de la UEFA ante el Anderlecht de 1983, en la que los belgas se impusieron por un global de 2-1.

Sus maravillosas actuaciones en la Euro ’84 finalmente le dieron la fama internacional que tanto merecía. Portugal llegó en la semifinal contra los anfitriones, Francia. La habilidad y velocidad del extremo atormentaron a la defensa francesa y suministró los centros para ambos goles portugueses. Francia se impuso 3-2, pero tal fue el impacto que tuvo en sus oponentes que el club dominante de la Ligue 1 en ese entonces, el Burdeos, se hizo con sus servicios. Tras la Eurocopa de Francia en 1984 decidió tomar un nuevo rumbo en su carrera y salir de Portugal, donde fue premiado como mejor futbolista del país, reconocimiento que ya le había sido otorgado en 1976.

 

Junto a Giresse, Tigana, Battiston, Lacombe y Dieter Müller, Chalana tenía la oportunidad de dar un paso al frente como estrella europea. Desafortunadamente, el traspaso resultó ser un desastre absoluto. Lesiones perpetuas, quejas de nostalgia y las demandas cada vez mayores de Anabel, su esposa y mánager, que continuamente intentaba extraer más dinero del cada vez más exasperado presidente de Burdeos, Claude Bez.

Burdeos continuó dominando el fútbol francés con Fernando Chalana como un miembro presencial de su plantilla. Durante sus tres años en Francia logró solo 22 apariciones y dos goles. Un regreso al Benfica en 1987 no logró reavivar su carrera, ya que las lesiones y los problemas fuera del campo inspirados por Anabel lo marginaron una vez más. Fernando Chalana terminó su carrera con etapas inconsecuentes en Belenenses y Estrela Amadora llevando a su retiro en 1992 a la edad de 33 años. El 10 de agosto de 2022 fallecería.