El 28 de noviembre de 2005, el FC Barcelona de Ronaldinho, con un jovencísimo Lionel Messi, se impuso a un combinado de jugadores de las primeras divisiones de Israel y Palestina por 2-1, en el que fue denominado como Partido de la Paz, disputado en el Camp Nou ante unos 15.000 espectadores. Árabes y hebreos formaron, por primera vez, en un mismo equipo y demostraron al mundo que la convivencia entre ambos era posible.
Lluís Bassat, que estuvo muy cerca de la presidencia del club en las elecciones del 2000 y 2003, fue el responsable de aquel «partido imposible», una idea que nació 3 años antes de su celebración. Esta fue articulada por el expresidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, que la trasladó a la cúpula política de Palestina e Israel, quizá incentivado por el vendaval de expectación que levantó la visita del por aquel entonces madridista Ronaldo por Ramala y Herzlia. Y el Barcelona actuó como perfecto anfitrión, sin exhibirse en exceso, sin adquirir un protagonismo innecesario el día que israelitas y palestinos dejaban a un lado sus enormes diferencias para meterle un gol a la guerra.
El prólogo del encuentro fue una canción interpretada por el israelí David Broza, autor de la melodía, Said Murad, del grupo musical palestino Sabreen, y el catalán Pep Sala (Sau), y la foto para el recuerdo la que el Equipo de la Paz, uniformado totalmente de blanco, se hizo sobre el terreno de juego nada más salir al campo.
También el actor Sean Connery pisó la hierba del Camp Nou para hacer el saque de honor y saludar a la grada, antes de regresar a un palco plagado de personalidades, entre ellas, los Duques de Palma, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, el primer ministro de Israel, Shimon Peres, y el Nobel de la Paz Mohamed El Baradei. Las grandes ausencias fueron Nelson Mandela o el expresidente Bill Clinton que, pese a ser invitados, decidieron no asistir al encuentro.
El FC Barcelona formó de inicio con Jorquera; Belletti, Oleguer, Edmilson, Van Bronckhorst, Thiago Motta, Gabri, Andrés Iniesta, Ezquerro, Ronaldinho y Eto’o. Mientras que en la segunda parte también participaron: Larsson, Maxi López, Rafael Márquez, Lionel Messi, Carles Puyol, Deco, Sylvinho, Giuly, Dani, Rodri y Verdú.
Por parte del Peace Team jugaron Davidovich; Gershon, Badir, Abulia, Keisi, Idan Tal, Benado, Mussa, Ali Aluara, Abuksis y Nimni. Y también saltaron al césped del Camp Nou Halil Muhammad, Elimelech (p.s), Asulin, Domb, Dego, Abas Suan, Jabber Ami, Taher Mahud, Amin Duabshe, Zhoir Ased, Hassan Muhamed y Brahme.
Los azulgranas dominaron el encuentro desde el minuto uno al 90, pero en cada acción ofensiva parecía que no quisieran marcar. Larsson, Ezquerro, Eto’o y compañía tuvieron varias veces en el punto de mira al portero Davidovich, pero siempre dispararon con escasa convicción de hacer gol, conscientes de que, esta vez, no les iba la vida en ello.
Hasta Ronaldinho, el flamante Balón de Oro de aquel año, no quiso perderse la cita, pese aterrizar en Barcelona unas pocas horas antes del partido, dejó aparcado su repertorio más selecto para otra ocasión en los minutos que estuvo sobre el terreno de juego. Tuvo que ser Maxi Rodríguez, hambriento de gol y de minutos por lo poco que ha jugado esta temporada, el que se tomase el partido algo más en serio ya en la segunda mitad: primero con una asistencia de tacón a Deco, que hizo el 1-0 de vaselina, y poco después, marcando él mismo el segundo de un taconazo. Pero el Peace Team también tuvo su minuto de gloria cuando, instantes después del segundo tanto azulgrana, el israelí Abas Asuan batió a Jorquera de un trallazo. El público celebró el gol como si lo hubiera marcado cualquiera de los suyo.
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