En 2005, Alessandro Rosa Vieira, más conocido como Falcão, fichó por el São Paulo para disputar la Copa Libertadores y el Campeonato Paulista. Por aquel entonces, la superestrella brasileña aún no había conseguido los dos Campeonatos del Mundo de 2008 y 2012, y las 8 Copas América de futsal que acabarían conformando su palmarés antes de retirarse a los 41 años, pero ya era uno de los jugadores más destacados de la historia de este deporte anotando goles con piruetas espectaculares.
Su fichaje fue una idea del entonces presidente del Tricolor, Marcelo Portugal Gouvea que se defendía ante la presión de la prensa brasileña, asegurando que “Falcão tiene coraje y creatividad. Hasta Ronaldinho Gaúcho le pidió un autógrafo”. Lo que pocos saben es que aquella no era la primera vez que la estrella del futsal intentaba jugar a fútbol 11. En 2001 estuvo a prueba en Palmeiras, entrenó con el equipo profesional, pero no recibió una oferta concreta del club para quedarse. Al siguiente año se probó en el Portuguesa Desportos y afirmó que los celos de los líderes del vestuario no le permitieron continuar.
Émerson Leão fue su primer técnico en el São Paulo, y lo recibió con prudencia: “Necesitará adaptación, ya que el fútbol sala es diferente, la pelota es diferente”. Finalmente, Falcão cpn 27 años, debutaría en enero en el Campeonato Paulista ante el Ituano. Disputó ocho minutos y mostró algunos destellos de calidad.
En Copa Libertadores actuó en dos partidos de la fase de grupos contra Universidad de Chile y Quilmes. Leão se marchó del club y llegó Paulo Autuori con el que Falcão solo disputó 20 minutos en los cuartos de final enfrentando a Tigres de México. El São Paulo FC también tenía en sus filas a reconocidos jugadores como: Rogério Ceni, Diego Lugano, Cicinho, Diego Tardelli, entre otros.
Los de Autori ganaron el Campeonaro Paulista y la Copa Libertadores. Si embargo, al no tener muchas oportunidades, Falcão prefirió volver al futsal donde era el rey. No pudo marcar goles en los 13 partidos en los que acabó participando, aunque el São Paulo le ofreció continuar. «En 2005 era el mejor jugador del mundo y el São Paulo me llamó para el fútbol. Es un equipo muy famoso en Brasil y fui con ellos varios meses, pero yo siempre quería volver al fútbol sala. Me ofrecieron un contrato de tres años. Viví un momento importante, y regresé a mi deporte con diez finales consecutivas de Liga en cinco equipos distintos», recuerda el protagonista en una de sus últimas entrevistas.
