Samuel Eto’o jugó un año en el Club Deportivo Leganés cedido por el Real Madrid, cuando el club militaba en la Segunda División A, concretamente la temporada 1997-1998.
A pesar de su extrema juventud (pues aterrizó apenas con 16 años), disputó un total de 30 partidos entre Liga y Copa, en los que sumó 3 goles y 5 asistencias, a pesar de jugar como centrocampista. Unos números que bien le han valido entrar en la lista de jugadores históricos del CD Leganés no solo por la calidad sino por la nostalgia de aquella temporada: Eto’o formó parte del histórico once titular que inauguró el estadio de Butarque el 14 de febrero de 1998 ante el Xerez.
José Jesús Mesas, exrepresentante y excompañero del camerunés repasa el paso del camerunés en el conjunto pepinero. «Yo era el capitán del equipo, pero al mismo tiempo era muy cercano a él. Recuerdo que el día que llegó a Leganés, Paco de Gracia, que entonces trabajaba para el Madrid y me conocía. Me dijo: “Mesas, estate atento del chaval. Guíale”. Samuel vivía en la residencia que tenía el Real Madrid. Muchos días yo lo acercaba en el coche y teníamos tiempo para charlar. Le gustaba aprender. Escuchar. Empaparse de todo lo que le podía ayudar. El potencial todo el mundo se lo veía. Pero en realidad superó cualquier cota de lo que pensábamos. Aquí llegó sin ser delantero. Estaba más tirado a una banda. Tenía mucha velocidad, pero, según fue madurando hasta hacerse a sí mismo, hasta convertirse en el mejor 9 del mundo».
En el libro «Memorias del Lega» de José Jesús Mesas, se relatan diversas anécdotas del camerunés. «Después de un cambio jugando contra el Xerez, le tiró la bota al entrenador. Aquella yo no la recuerdo muy bien. La del cinturón la viví en primera persona. En aquella época nos pagaban las primas de cada victoria la misma semana de la victoria. Un día, después de ganar un partido, nos dieron 100.000 pesetas. Al día después de cobrarla, llegó al vestuario y me dice: “¿Te gusta capi?”. Yo le dije que sí, que me gustaba. Cuando le pregunté cuánto le había costado, me dijo que la prima entera. Pero la semana siguiente ganamos y se compró el mismo cinturón, pero de distinto color. “¿Capi, qué?”, me dijo de nuevo. “Pero si me lo enseñaste la semana pasada”, le dije. “No, no. Éste es de otro color”, me respondió. Sí… ése era Eto’o.
Es cierto que el delantero africano solo jugó una temporada con la camiseta blanquiazul, antes de incorporarse a la pretemporada del Real Madrid entrenado por Guus Hiddink la temporada 1998-1999, y que sus números no se acercan a los que iba a conseguir de forma posterior, pero el cariño que le guarda la afición del Leganés y que sea uno de los jugadores más laureados que ha pasado por el club, le convierten en un jugador histórico de la entidad. Así lo manifiesta el propio club en su página web donde Eto’o comparte espacio con otros iconos pepineros como Bermejo, Moreno u Óscar.
