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El legado de Marigol en el fútbol femenino mexicano

 

No está siendo un camino nada fácil el del fútbol femenino. Muchas han sido las que se han revelado contra las mentes arcaicas, contrarias a hacer una apuesta desacomplejada. Una lucha persistente para introducir un nuevo concepto en los marcos mentales de los dirigentes tradicionalmente testosterónicos, que han cortado el bacalao del poder en clubes y federaciones. A esta realidad estructural, hay que añadir el pensamiento machista impregnado en el subconsciente, que una parte importante de la sociedad ha heredado de épocas pasadas. Una suma de perjuicios trasladados muchas veces por el trato y visibilidad que algunos sectores de la prensa (escrita, televisiva y radiofónica) le han dado a los méritos y logros que se han obtenido.

Con un futuro que quiere plantearse optimista, y con mucho, muchísimo trabajo por hacer, en ámbitos deportivo, económico y social, no se entiende el presente, sin algunos sucesos y el trabajo en la sombra, difícil pero impecable, de los y las que han creído siempre en esta causa. Desde Kodro Magazine queremos repasar parte del pasado más cercano, recordando a una jugadora que es leyenda en México y que plantó su semilla en Barcelona y en el Empordà catalán. Alborotó los medios cuando se convertió en el primer fichaje mediático del futbol femenino que llegó a Catalunya. Carácter, talento, goles y compromiso, para describir a la depredadora azteca, Maribel Domínguez.

 

 

Nacida en las afueras del D.F en el 78, en el poblado de Chalco, sus calles sin asfaltar fueron testigo del interés que Marigol mostraría por el balón desde muy temprano. Pasaría la primera infancia jugando y peleándose con hombretones que le hacían la puñeta por su condición de niña. México era entonces, un país con un machismo profundamente arraigado. En la pre-adolescencia, incluso en casa, su madre, suponemos que por aquello del «¿que dirán los vecinos cuando te vean Maribel?», hizo todo lo posible para que la «Chiruca» olvidara su vena futbolística, escondiéndole los zapatos, el calzón corto y el cuero. Pero el resultado fue otro, y lejos de conseguir cualquier tipo de desinterés por el esférico, su hija Maribel saldría a jugar descalza si era necesario, escondiéndose detrás del nombre de Mario y camuflando su feminidad, para ser un niño más, pudiendo participar en aquellos partidos de barrio improvisados. Con aquellos malabarismos para poder jugar, empezaría a tomar forma su carácter tenaz, voluntarioso y rebelde. En aquellas calles de una metrópoli desestructurada, paseaban a menudo ojeadores de la capital, buscando el futuro héroe de la «Tricolor». Uno de ellos, quedó boquiabierto observando las virtudes de uno de los jovencitos que participaban. Le pidió el nombre al chaval. Mario, respondió. A pesar de la sorpresa al darse cuenta de que aquel Mario era en realidad una chica llamada Maribel, le ofreció la posibilidad de jugar para el equipo que representaba. Aceptó y rodeada de chicos, hoy explica que marcó 20 goles ese año.

Era inexistente una liga de fútbol femenino, o nada que se pareciera a una competición con cara y ojos. El tiempo pasaba y en los años posteriores, como muchas otras chicas, jugó en varios equipos de nivel aficionado en la misma Mexico D.F. A pesar de la falta de una base sólida, la selección mexicana reclutó un puñado de jóvenes féminas, que consiguieron la clasificación para jugar el Mundial de Estados Unidos en el año 99, quedando eliminadas en la fase de grupos y recibiendo una severa paliza en manos de la «canarinha», en el partido que inauguraba su participación, perdiendo por un contundente 7-1 ante casi 80.000 espectadores, con una joven Marigol manteniendo el tipo y marcando el honor Tricolor.

Parecía evidente pues, que para cualquier futbolista mexicana que soñara en competir al máximo, sería inevitable emigrar y buscar fortuna fuera. De esta manera muchas de ellas recalaron precisamente en los EEUU, algunas con becas para estudiar y jugar para alguna universidad que hiciera de trampolín con la que era la mejor liga del mundo de fútbol femenino. Otros simplemente, yendo y apoyándose en su talento como en el caso de Maribel. A base de goles y buen hacer, en 2002 le llegaría la oportunidad de jugar por el Kansas City Mystics. Quedó máxima goleadora, un hito que le valdría para la temporada siguiente fichar por el Atlanta Beat, un club con el que quedaría muy cerca del título de liga, consiguiendo el subcampeonato. Aquel 2004 el campeonato americano se disolvió y la Chiruca se vió obligada a volver a su país. El gobierno mexicano le concedió una beca a Marigol, y pudo dedicarse a preparar el pre-olímpico y posteriormente clasificarse para los juegos de Atenas, donde las aztecas llegarían a los cuartos de final, en la primera participación de la selección Mexicana a una cita olímpica.

 

 

Su papel destacado, catapultó la fama de Maribel en el continente americano. Al terminar los juegos recibió la llamada del Atlético Celaya, club que sólo contaba con equipo masculino. Lo que significaba pues, una oferta formal para que la delantera pasara a formar parte de un proyecto, que entonces militaba en la segunda división mexicana. No dudó un momento y aceptó la propuesta. El sueño de Maribel de jugar en una liga profesional masculina estaba cerca, no existía ningún precedente de una mujer ante esta posibilidad. Por este motivo, el club se vio obligado a pedir un permiso especial a la federación mexicana y así tramitar la ficha de la «Chiruca». Después de algunas reuniones la FMF no encontró impedimento para dar luz verde a la operación, pero el caso llegó a la FIFA que se posicionó en contra. Según palabras del entonces presidente Joseph Blather, precisamente ante el «riesgo» de crear un precedente, determinaban que el fútbol masculino y el femenino iban por separado y así debía seguir siendo.

Aquella resolución fue un jarro de agua fría para Marigol, que tenía asumida la cuestión. Lejos de hundirse, siguió trabajando. El foco mediático de aquel revuelo con la FIFA, sirvió para que la noticia cogiera vuelo y diera la vuelta al mundo. Y llegó a oídos del F.C. Barcelona, ​​entonces presidido por el siempre ambicioso Jan Laporta. En can Barça querían dar un impulso a su fútbol femenino, donde el primer equipo no funcionaba y ocupaba la última posición de la Super-Liga. Así pues, se lanzaron a por Marigol, convenciéndola para que fuera quien diera el toque de calidad que necesitaban para salvar la categoría y liderara el nuevo proyecto, ofreciéndole aquel enero de 2005 un contrato para dos temporadas. Aceptó y el fichaje causó un gran impacto en los medios catalanes. En ese momento Maribel Domínguez era considerada una de las 10 mejores jugadoras del mundo. Los culés se frotaban las manos, más aún cuando marcó tres goles en su debut en el campo del Torrejón.

Aquel era un momento ideal para dar empuje al femenino, así el primer partido que el equipo jugó como local fue el Mini Estadi contra el Rayo de la brasileña Milene Domingues, que en España sería más conocida por su asunto amoroso con Ronaldo Nazario «Fenómeno», que por su fútbol. La bautizarían con el odioso apodo de Ronaldinha, típico y previsible de la prensa peninsular. 3000 personas se dieron cita en el Mini para presenciar el enfrentamiento, que sería retransmitido por el Canal 33 catalán, un éxito en España sin precedentes hasta el momento. Por cierto que el partido acabó 3-0 para las azulgranas, con gol de Marigol en las postrimerías del encuentro. La temporada fue avanzando y el F.C.B acabó salvando la categoría y ponía manos a la obra con la 2005-2006. Pero aquel boom inicial se fue desinflando y al final de ese año, no hubo acuerdo para renovar su contrato. A medio camino entre la desilusión y la falta de un proyecto en consonancia con sus expectativas, volvió a México para competir otra vez con su selección y preparar los partidos de clasificación de cara al Mundial de 2007.

 

 

Catalunya, se cruzaría de nuevo en el destino de la «Chiruca» aquel invierno. El Euromat UE L’Estartit, que entonces jugaba en la segunda división tanteó el fichaje de la delantera. Parecia que se trataba de una contratación difícil, conocido era el rumor que el Atlético de Madrid también estaba interesado en ella. Pero aquel era un buen proyecto, el equipo estaba en buena disposición para subir a la Super-Liga y Maribel sería su máxima exponente. Se lo tomó como un nuevo desafío y aceptó la propuesta. Fue decisiva y marcó 22 goles para contribuir al ascenso y hacer que, por primera vez, el Empordà tuviera un equipo en la máxima categoría del fútbol femenino. En el Estartit disfrutarían de lo lindo con el juego y los goles de la delantera. Pasaría 5 temporadas y media, y su periplo en la costa brava coincidiría con el mejor momento del club en la máxima categoría, la cual perdería en 2012, significando también el adiós de Marigol a los 33 años. En este periodo por las tierras de Girona, hay que añadirle los éxitos con la selección de su país, logrando la clasificación para el Mundial de Alemania y triunfando en los juegos Panamericanos del 2011, donde las aztecas lograron el bronce.

 

 

El grito reivindicativo en sus celebraciones guerreras, se fue repitiendo en México durante todos aquellos años, hasta convertirse en la máxima goleadora histórica de la Tricolor. Un récord aún vigente que aumentaría hasta las 75 dianas, cuando después de una semi-retirada, dejando atrás un paso fugaz por el Chicago Red Stars estadounidense y a posteriori competir por las Panteras de la UAEH de la refundada Liga Femenil mexicana, regresó a la selección. Con 36 años jugó el pre-olímpico de Río 2016, sin el éxito ansiado de la clasificación y puso, ahora sí, punto y final a su carrera.

 

 

En la actualidad, Maribel Domínguez sigue ligada al mundo del fútbol, como Directora Técnica de las chicas de la sub-17 mexicana. Una tarea que afronta desde la experiencia de haber sido la mejor jugadora que ha vestido la camiseta tricolor. A corto plazo, su objetivo es claro, impregnar y transmitir su carácter ganador a las jóvenes mexicanas. A medio, su gran sueño, convertirse en la máxima responsable de la absoluta. De trabajo, esfuerzo y paciencia, están hechos los pasos que la han llevado por el único camino que conoce. Seguirá persistiendo en su lucha eterna y caminando con paso firme, para poner la realidad del fútbol femenino donde se merece, como una verdadera guerrera azteca.

 

 


Oscar Flores
@Oscar_Fleurs