Un 15 de noviembre de 2002, la ciudad de Barcelona acogió la novena edición de los MTV Europe Music Awards, que contó con la participación de varios futbolistas de la plantilla del FC Barcelona. Junto a ellos, estrellas de la música, el cine, el espectáculo y más de 15.000 personas en las gradas del Palau Sant Jordi, donde el rapero Eminem y la australiana Kylie Minogue fueron los triunfadores.
Kluivert, que llegó al recinto barcelonista ataviado al más puro estilo rockero, se convirtió en una de las estrellas más destacadas de la gala porque fue el encargado de entregar uno de los premios. Los jugadores barcelonistas fueron de los primeros en llegar a la fiesta. El delantero holandés salió al escenario acompañado de otros cuatro futbolistas del Barcelona, su compatriota Michael Reiziger, los brasileños Thiago Motta y Fabio Rochemback y el sueco Patrick Andersson, y a dos representantes de la asociación FARE (Football Against Racism in Europe).
Kluivert aprovechó el acto para lanzar un mensaje contra el racismo en el mundo del fútbol. Junto al holandés, entre los presentadores que concedieron los premios, se encontraban otras estrellas del mundo del espectáculo y la canción, como Pamela Anderson, Kylie Minogue, Marilyn Manson, Pierce Brosnan, Jade Jagger, Pet Shop Boys y Anastacia, entre otros.
La fiesta fue conducida por el rapero Sean P Diddy Combs, que demostró su pobre conocimiento de la lengua de Cervantes en una gala donde el inglés fue el anfitrión.