spot_img

Dragisa Kosnic, el futbolista serbio más viejo en activo

 

Dragisa Kosnic, nacido en 1954, juega como mediocentro defensivo a sus 67 años en el club de su pueblo natal, el Proleter Medja, en la sexta división serbia. «Juego en la sexta liga, pero disputo cada partido como cuando jugué contra el Hajduk, de primera. Fue el partido de mi vida», asegura el veterano futbolista rememorando el momento álgido de su carrera, en 1978, cuando su equipo de entonces, el Proleter de Zrenjanin, eliminó al Hajduk de Split, uno de los mejores clubes yugoslavos, de la Copa de Yugoslavia. Después del partido, el propio Hajduk quiso ficharlo, pero una grave lesión que sufrió poco después le impidió continuar con su carrera futbolística en un equipo grande, a pesar que fue tentado también por el Partizan de Belgrado, al que rechazó.

 

 

Después de más de 50 años sigue amando el fútbol y se niega a dejarlo, a pesar que sus compañeros de equipo podrían ser perfectamente sus nietos, y avisa que solamente dejará el fútbol el día que no pueda enfrentarse a sus contrincantes.

Empezó a jugar de niño y disputó su primer partido, un amistoso, con 14 años en el Proleter de Medja, su pueblo natal situado a unos 100 kilómetros al noreste de Belgrado. Ese mismo año, en 1968, se fue a la cercana ciudad de Zrenjanin donde empezó a jugar en el Proleter local, primero en infantiles y cadetes, y luego en el equipo sénior. Regresó al Proleter de Zrenjanin y en cuatro años disputó 100 partidos. En 1992, en un partido local, curiosamente descubrió el talento de Darko Kovacevic, fichado a su recomendación por el Proleter Zrenjanin, y que después fue jugador de la Real Sociedad, Juventus de Turín y el Estrella Roja de Belgrado, entre otros clubes profesionales.