Hugo Sánchez y Onésimo Sánchez formaron dupla de ataque en el Rayo Vallecano de la temporada 1993-1994 en Primera División. Un ejercicio realmente convulso para el club de Vallecas con cambios en la presidencia (Teresa Rivero Sánchez relevando a su marido José María Ruiz), en el banquillo (Felines, Fernando Zambrano y David Vidal), y con triste final tras perder en la promoción ante la SD Compostela, y descender a la Segunda División A.
A pesar de que la «Doble Sánchez» sumó 23 goles, su potencial fue insuficiente para llevar el club a la tan ansiada salvación. Hugo Sánchez (con 35 años), anotó un total de 16 goles en 29 partidos, mientras que Onésimo (con 25 años) en 35 partidos anotó 7. Sus competidores, Eduardo Rodríguez y Urzaiz, solo llegaron a sumar 1 gol cada uno.
«Tener a Hugo Sánchez es una garantía para cualquier compañero y para cualquier equipo. Posee un gran instinto y se coloca como nadie. Todo lo que pueda decir sobre él es poco. Él mismo se define con los números. Es el mejor rematador que ha habido nunca en la Liga española y sabe explotar a la perfección sus condiciones. No trabaja mucho por las bandas, y las limitaciones que pueda tener por la edad las suple con una inteligencia fuera de lo normal. No hay más que ver la pared magistral que me hizo en el primer gol frente al Sevilla» afirmaba Onésimo sobre su compañero.
Por su parte Hugo tampoco se quedaba corto a la hora de piropear a su socio en ataque, «no he visto a ningún jugador hacer los regates que hace Onésimo. La verdad es que hace del regate un arte. Está demostrando un gran momento de forma por ser uno de los delanteros más en forma de la Liga española y creo que se merece estar en la selección este verano. Claramente, tendría que fijarse un poco en él. Somos un cóctel muy interesante. Estamos compaginados muy bien y cada día nos entendemos mejor. Estoy seguro de que daremos grandes tardes de fútbol a los aficionados del Rayo Vallecano. De los dieciséis goles, Onésimo me ha debido de dar quince… Bueno, es broma. Hablando más en serio, Onésimo es una gran ayuda para mí».
A final de temporada Hugo Sánchez volvió a su país para enrolarse en el Atlante, mientras que Onésimo permaneció en el club hasta la temporada 1995-1996, con breve retorno para la 1997-1998.
