spot_img

El día que Didier Drogba pausó una guerra civil

 

Didier Drogba, héroe eterno de Costa de Marfil consiguió detener una guerra civil que hacía estragos en su país natal. El momento clave sucedió el 8 de octubre de 2005, cuando el delantero jugaba con Costa de Marfil contra Sudán en un partido de clasificación para el Mundial, sabiendo que necesitaban mejorar el resultado de Camerún, que jugaba contra Egipto esa misma noche, para pasar.

Los marfileños ganaron su partido, con las estrellas de la Premier League Drogba, Didier Zokora, Emmanuel Eboue y Kolo Touré en el equipo. Tras el pitido final, Camerún empataba con Egipto (1-1), a falta de pocos minutos para el final, y se le concedió un penal. Por suerte para Drogba y compañía, Pierre Wome falló desde el punto fatídico, lo que permitió a Costa de Marfil acceder a la Copa Mundial por primera vez en su historia.

 

 

Recién clasificado para el Mundial de 2006, en lo que sería el primero en la historia de su país, las escenas del vestuario de Costa de Marfil eran de éxtasis, pero Drogba no tardó en centrar su atención en la guerra civil que asolaba su país desde 2002.

Tras el partido, dijo: «Hombres y mujeres de Costa de Marfil. Desde el norte, el sur, el centro y el oeste, hemos demostrado hoy que todos los marfileños pueden convivir y jugar juntos con un objetivo común: clasificarse para el Mundial. Os prometimos que las celebraciones unirían al pueblo: hoy os lo pedimos de rodillas. El único país de África con tantas riquezas no debe caer en la guerra. Por favor, dejad las armas y celebrad elecciones», terminó Drogba. Los jugadores se levantaron y cantaron: «Queremos divertirnos, así que dejad de disparar vuestras armas».

 

 

Las palabras tuvieron un gran efecto, y acabaron ayudando a los dos bandos enfrentados a llegar a la mesa de negociaciones, donde se firmó un alto el fuego. Al año siguiente, mientras Drogba recorría el norte de Costa de Marfil, controlado por los rebeldes, anunció que el partido de la selección nacional contra Madagascar, el 3 de junio de 2007, se jugaría en el bastión rebelde de Bouake. Siendo él mismo del sur, se trataba de un intento de unir a la nación. Tuvo mucho éxito en aquel momento, con una victoria por 5-0 coronada por el gol final de Drogba, que provocó celebraciones en todo el país.

La selección nacional de Costa de Marfil, con Drogba como portavoz y líder, había traído la paz, aunque no duró mucho. La violencia volvió a estallar cinco años después, tras unas disputadas elecciones, y el entonces presidente, Laurent Gbagbo, fue absuelto de sus crímenes de guerra en La Haya. Sin embargo, durante un breve periodo, la leyenda del Chelsea Didier Drogba consiguió llevar la paz a Costa de Marfil.