El 19 de julio de 1953 en Palafrugell (Girona), Alfredo Di Stéfano hizo su debut como futbolista en territorio español en un partido amistoso frente al FC Barcelona Amateur (no equivalente al actual FC Barcelona B), luciendo la camiseta del FC Palafrugell de la Tercera División. Una rocambolesca y olvidada historia de fútbol, tiene su origen en una huelga de futbolistas celebrada en 1948, cuando Di Stéfano jugaba para el River Plate argentino. Aquella protesta generó la fuga de estrellas argentinas a Colombia, donde Alfredo brilló a Millonarios de Bogotá en la liga colombiana y las giras europeas del club, hasta provocar la histórica pugna entre el FC Barcelona y Real Madrid por su fichaje. El primero en convencerle ser el club catalán. «He venido para jugar en el Barcelona«, dijo Di Stéfano en aterrizar la primavera de 1953 en la capital catalana.
Mientras su fichaje se acababa de concretar los despachos, Di Stéfano no quería estar parado, por lo que se unió a la expedición del segundo equipo del Barça de forma voluntaria para poder jugar contra el FC Palafrugell en un partido amistoso. Pero el club azulgrana ante el temor de dejar algún rastro que la FIFA o la Federación pudieran utilizar en su contra por suspender el fichaje, se decidió que Di Stéfano jugara con el conjunto de Palafrugell.
Dicho y hecho aquel gesto supuso que una de las estrellas mundiales de aquel tiempo debutara con un equipo modesto catalán y que la ayudara a batir al FC Barcelona Amateur por 3-1.
Prácticamente un mes después, el 16 de agosto de 1953, Alfredo Di Stéfano accedió a jugar en un combinado de jugadores que veraneaban en las costas barcelonesas contra un combinado de residentes de El Masnou. El evento se anunció como un partido entre veraneantes (reforzados con los grandes internacionales del fútbol español), entre los que se encontraban César, Kubala y Di Stéfano, contra la selección de residentes (igualmente «reforzada»). El día del encuentro, sin embargo, faltó Ladislao Kubala. En el combinado de veraneantes había nombres como los de Vizcaíno; Otto y Sárosi, dos húngaros; Di Stéfano, César, Rigual, Villà, Vendrell, Viñas, Rossell y Estapé. El pequeño estadio Municipal de El Masnou se llenó hasta los topes. Los ganadores recibieron una copa de plata, y los derrotados, once medallas de plata.
Finalmente Di Stéfano nunca fichó por el FC Barcelona sino que acabaría recalando en el Real Madrid en una maniobra histórica, aunque eso es una larga historia para explicar otro día…