El paso de David Villa por el Sporting de Gijón supuso la doble salvación del club: económicamente, gracias a su posterior traspaso al Real Zaragoza, y deportivamente, gracias a sus goles que acabaron siendo decisivos para evitar el descenso del club asturiano a la 2ª B. Una perfecta comunión entre jugador, afición y club que si no hubiera sido por el aspecto financiero se hubiera prolongado en el tiempo.
«Yo estaba muy feliz en el Sporting y aún era muy joven, así que no tenía ninguna prisa, pero realmente no hubo otra opción en ese momento, el Sporting necesitaba el dinero para subsistir y mi traspaso era una de las maneras de conseguir el dinero», recuerda «El Guaje».
El origen de una leyenda española
David Villa nació en Tuilla, una parroquia del municipio asturiano de Langreo, en el seno de una familia de tradición minera. Siendo todavía un niño, una fractura en el fémur de su pierna derecha lo obligó a estar seis meses escayolado, aunque eso no le alejó de su mayor pasión, sino al contrario, ya que perfeccionó su pierna mala, permitiéndole chutar con ambas. A los nueve años, realizó las pruebas para entrar en las categorías inferiores del Real Oviedo, aunque fue rechazado y se acabó uniendo a las categorías inferiores del UP Langreo, donde continuó su formación como futbolista hasta los diecisiete años.
Gijón, el primer paso hacia el estrellato
Tras esa primera etapa formativa, para la 1999-2000 llamaría la atención de Zabala, técnico del Sporting de Gijón que rastreaba la cuenca langreana, y este le ofrecería formar parte del equipo juvenil de División de Honor.
Poco a poco se fue adaptando y se iría destapando como goleador, con 13 tantos en su primera temporada en Mareo, y ganándose el debut en el primer equipo el 17 de junio de 2001 ante el Córdoba CF en El Molinón, con resultado 2-2. Fue en aquel entonces cuándo una leyenda del club entró en su vida, «Quini fue como un segundo padre futbolístico, vital para mi crecimiento tanto como futbolista como persona. A los 19 años yo recibía diariamente los consejos del mejor delantero español de todos los tiempos. De no haberlo tenido a él no hubiera podido llegar hasta donde llegué, y eso se lo agradeceré eternamente».
Tras finalizar definitivamente su paso por el juvenil, y coincidiendo con la etapa de Juan Arango, se negoció un nuevo contrato, en lo que insistió Eloy Olaya, director deportivo de aquella etapa, en una reunión con José Luis Tamargo, quien llevaba en aquel entonces los asuntos del futbolista langreano. Fue así como David Villa firmaría con el primer equipo su primer contrato profesional la temporada 2001-2002, siendo una apuesta clara del club por su cantera.
Todo un acierto teniendo en cuenta que ser convertiría en el máximo goleador del equipo dos temporadas seguidas, sumando 47 goles, siendo el primero marcado un 11 de agosto de 2001 ante el Rayo Vallecano en El Molinón. También memorable su gol al Real Oviedo, mandando callar a la grada del Tartiere en una imagen icónica para la afición sportinguista.
Pero toda aquella alegría y comunión se acabó viniendo abajo ante los problemas económicos graves para hacer frente al pago de las nóminas de la recién terminada campaña 2002-2003 y parte de las de la temporada anterior. La solución perfecta a nivel económico pasaba por dar salida a su jugador más deseado, la joven estrella David Villa. El Atlético de Madrid, el Betis, el Valencia y el Villarreal fueron algunos de los clubes que se interesaron, pero el que más fuerte apostó fue el Zaragoza.
Finalmente, el traspaso se cerró por 2,7 millones de euros, de los que los asturianos percibieron 2,4. La diferencia se dedicó a pagar las cantidades que se adeudaban al delantero de Tuilla, quien cumplía su sueño de jugar en Primera, pero con una camiseta que no era la rojiblanca. «Me hubiera gustado seguir en el Sporting toda mi vida», confesaba el jugador. Pese a las buenas intenciones, aquello no arregló todos los problemas económicos del Sporting, que poco después se vería inmerso en un proceso concursal, pero sí sirvió para salvar la categoría y no abandonar el fútbol profesional.