Dalkurd Fotbollsförening, fundado el 26 de septiembre de 2004 por vecinos de la ciudad de Borlänge (entre ellos nueve refugiados kurdos), es conocido popularmente como la “selección kurda” y disputa actualmente la tercera división de Suecia, aunque llegó a jugar en primera en 2018.
Sus partidos como local tienen lugar en el viejo estadio Domnarvsvallen (construido en 1925) con capacidad para 6500 espectadores, un campo que ha visto siete ascensos, cinco de ellos consecutivos entre 2005 y 2009, y en el que además de fútbol también tienen lugar actividades sociales. Y es que este club nació en el condado de pescadores de Dalarna empezando en la sexta división de Suecia como un proyecto social para dar cobijo a los refugiados kurdos y fomentar su adaptación.
El Dalkurd FF luce con orgullo los colores del Kurdistán iraquí, dispone de un millón y medio de seguidores en Facebook tras la consecución del ascenso a la primera división sueca, un sueño hecho realidad por su presidente Ramazan Kizil.
Pero hay que remontarse al 2016 para entender mejor el gran salto de calidad que dio y que necesitaba cuando cedió el 49% de sus derechos a dos millonarios, los hermanos Sarkat y Kawa Junad, también kurdos y empresarios en el sector de las comunicaciones. Desde entonces la excelente gestión deportiva, la contratación de buenos futbolistas a golpe de talonario, y la apertura de canteras en Dalarna, Borlange y Erbil, la capital del kurdistán iraquí, han llevado al Dalkurd a aspirar a cotas más altas, a pesar de la actual complicada situación que estan viviendo a la tercera división sueca.
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