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CSD Loma Negra – URSS, la gran hazaña de los de Villa Alfredo Fortabat

 

El Club Social y Deportivo Loma Negra de Olavarría y la selección de la URSS, en plena preparación para el Mundial de España de 1982, protagonizaron el mediodía del 17 de abril de 1982 uno de los partidos amistosos más inesperados de la historia del fútbol.

Se disputó en el estadio del Club Racing de Olavarría, ya que el club de barrio de Lacroze no pudo utilizar su propio estadio a causa del aforo insuficiente para satisfacer la demanda de público, pese a estar Argentina en plena Guerra de las Malvinas. El CSD Loma Negra era dirigido por el DT Rogelio Antonio Domínguez y sus máximas figuras eran Félix Orte, Armando Husillos y Osvaldo Rinaldi.

 

 

“El partido contra la Unión Soviética se jugó un sábado al mediodía y nosotros ya habíamos empezado a concentrar el martes previo», recuerda Luis Barbieri, mítico portero de aquel CSD Loma Negra. «Ellos no tenían idea quiénes éramos: un equipo del interior del país sin ninguna relevancia internacional. Pero nosotros lo vivíamos como mucho más que un amistoso. Como yo era el capitán del equipo, gente del club me había hecho saber que, si ganábamos, el premio sería una invitación para todo el plantel a mirar el Mundial de España”.

 

 

A finales de 1980, la empresaria Amalia Lacroze de Fortabat atesoraba la fortuna más grande del país, unos 1.800 millones de dólares, y como parte del imperio presidía Loma Negra, la fábrica de cemento que era la contratista favorita para las obras públicas de la dictadura, pero todavía no tenía ninguna relación con el mundo del fútbol. Ese vínculo se inició el enero de 1981, cuando directivos de la cementera comenzaron a reunirse en Buenos Aires con jugadores de clubes porteños.

El Club Social y Deportivo Loma Negra, que había sido fundado en 1929 para que los empleados de la fábrica participaran en la liga local se transformó por completo, ya que no tenía ninguna relevancia en el fútbol argentino y empezó a realizar fichajes a golpe de talonario. Su mayor hito fue ganar a Estudiantes el noviembre de 1980, que significaba la clasificación al Regional 1981, un torneo en el que debían participar 78 equipos del Interior y que, a través de una durísima competición, apenas ofrecía cuatro plazas para el Nacional de aquel año.

 

 

El partido

Olavarría vivió una jornada deportiva y festiva inolvidable cuando el equipo de “Amalita” Fortabat venció 1-0 a la selección soviética, la cual no perdía desde el 21 de noviembre de 1979, cuando en Tbilisi, Georgia, fue superada por Alemania por 3 a 1. Nada más ni nada menos que 18 partidos sin perder, con 13 victorias y 5 empates, con 43 goles a favor y 10 en contra. Venía de empatar con la Selección Argentina 1 a 1 en un encuentro jugado en Buenos Aires el 14 de abril de 1982. Pero además, en ese lapso también habían logrado empatar con Argentina en Mar del Plata a fines de 1980, vencer a Francia en Moscú y a Brasil en el Maracaná.

 

 

Para hacer realidad tal encuentro, el modesto club argentino desembolsó la cantidad de 30.000 dólares (la recaudación fue de 12.000) y fue televisado en directo por Canal 11 para todo el país. “Llegaron con mucho ruido, luego de empatar 1-1 con Argentina en la cancha de River, partido al que fuimos para poder verlos. Olavarría fue una locura en esas horas y más aún cuando terminó con la victoria nuestra por 1-0, hecho que es recordado hasta nuestros días como algo histórico y considerado como el momento cumbre del deporte para la ciudad”, evoca Armando Husillos, autor del único gol del partido.

 

 

“Al final no viajamos al Mundial de España como premio por ganarles a los soviéticos», afirma Barbieri. «La Guerra de Malvinas, con razón, enturbió todo. Pero cobramos algo así como 1.000 dólares, un premio importante, que solamente ganaban los jugadores de River y de Boca. De aquel partido yo me quedé con el banderín que intercambié con Baltacha, el capitán, y hace poco lo doné al museo de deportes de Loma Negra. Es un recuerdo que tomó más importancia con el tiempo: la Unión Soviética dejaría de existir a los pocos años. Y pensar que acá le ganamos”.