¿Quién dice que un gran estadio necesita tener mucha capacidad? El fútbol se ha convertido en un negocio más en el mundo, pero hay quienes se empeñan en no desligarse de su historia y resistir. Este es el caso del Fulham, esta temporada de nuevo en la Premier League, y de su estadio: el mítico Craven Cottage.
Es una de las paradas obligadas para los amantes del deporte rey en Londres, un estadio que respira un ambiente especial, al lado del Támesis y que vive el fútbol por los cuatro costados. Desde 1896 es la casa de los londinenses del barrio del Fulham y cuenta con 25.700 localidades actualmente.
Por fuera con apariencia de fábrica, puertas estrechas, puede incluso llegar a pasar desapercibido… Ir al Craven Cottage es toda una experiencia. En el interior, ambiente húmedo, todavía con sillas de madera (3.000 concretamente) en la mítica Johnny Haynes Stand y con el palco de autoridades más atípico del fútbol europeo. Una esquina, una casa y un balcón.
Breve paso por la historia
Fulham St Andrew’s, como se conocía en los inicios el actual equipo de la Premier League, tuvo diferentes casas antes de terminar al lado del Támesis. Pasaron por Ranelagh House, también por Barn Elms, Eeel Brook Common, Half Moon o West Brompton. En 1894 compraron los terrenos de Craven Cottage, traducido literalmente al español como “La granja de Craven”.
El estadio actual no se puede explicar sin la ayuda financiera de la iglesia de Saint Andrew’s, así como los muchos voluntarios que limpiaron el terreno y construyeron lo que serían las instalaciones. El primer encuentro oficial fue en octubre de 1896 contra el Minerva (4-0) en la Copa Senior Middlesex. Poco a poco, se fue ampliando.
La mítica grada de madera, todavía hoy en día presente, fue construida en 1905 gracias al aumento de socios y espectadores. A finales de 1938, el estadio ya albergaba a más de 30.000 o 40.000 personas. Actualmente, y debido a las medidas de seguridad y a la incorporación de asientos, se quedan con 25.700 localidades.
Remodelación
Craven Cottage está protegido por ley. La tribuna principal, así como el palco no se pueden derrumbar y se tiene que pedir permiso a las autoridades británicas para realizar cualquier cambio o remodelación. Sus columnas y asientos de madera ya forman parte de la historia de la ciudad de Londres.
Donde sí que harán un gran cambio para acercarse al fútbol del siglo XXI es en la grada que da al río Támesis, la Riverside Stand. El propietario del club, Shahid Khan, ha invertido cinco millones de libres para construir una nueva grada y pasar a tener 29.600 espectadores. Se espera que en 2021 ya la puedan estrenar con público y por todo lo grande.
Oriol Quintana
@urikingkat