¿Es válido el análisis de un periodista que nunca ha jugado de forma profesional o semiprofesional al fútbol? ¿Es imprescindible la carrera de periodismo para poder opinar sobre fútbol en medios de comunicación y redes sociales? ¿Los periodistas deben limitarse exclusivamente a relatar a su audiencia los hechos acontecidos en el partido, dejando de lado su opinión personal de lo que están viendo? ¿Es de mal gusto ver a exfutbolistas y exentrenadores criticar a sus homólogos en activo? ¿Es intrusismo laboral que un exfutbolista de élite tome el lugar de un periodista? ¿Qué títulos internacionales se deben haber ganado previamente para poder opinar con la suficiente autoridad? ¿Puede tomarse en serio el análisis de un exjugador que nunca ha pisado un campo de Primera División?
El debate de si los comentaristas de partidos de fútbol, o analistas, pueden y deben opinar, está más vivo que nunca. Especialmente en países como España, donde el periodismo vive uno de sus peores momentos, malviviendo de «shows» dignos de la peor prensa del corazón, y de medios de comunicación hipersubvencionados, que sobreviven a dedo y no precisamente por su talento o las audiencias que generan.
Ante la oleada histórica de críticas por la pobre calidad de las retransmisiones y debates, algunos periodistas, lejos de hacer autocrítica o aceptar sus errores, se han defendido echando más leña al fuego asegurando que son «víctimas del odio» y que les provoca «problemas de salud». Reacciones como mínimo sorprendentes, teniendo en cuenta que ellos mismos viven exactamente de hacer lo mismo en medios de comunicación, arremetiendo contra futbolistas y entrenadores. Sin duda ego no les falta.
Ante tal situación, algunos exprofesionales de primerísimo nivel del mundo del fútbol han dado un paso hacia delante a lo largo de estos últimos años. Voces como las de Roberto Baggio, Christian Vieri, Raúl González o César Luis Menotti han decidido romper el silencio ante tal grave situación en el periodismo deportivo.
César Luis Menotti (2024): “Hay que tener mucho cuidado. Yo veo las agresiones, la soberbia de tipos que no jugaron nunca al fútbol y agreden, ofenden. Dicen: ‘Se equivocó en el cambio, tendría que entrar tal’. ¿Vos quién sos? Decí que el cambio que hizo perjudicó al equipo. Y listo. Pero no digas que vos hubieses hecho otro cambio. ¡Vos no lo vas a hacer nunca porque no sos entrenador! Hay un conjunto de pibes jóvenes que creen que saben todo y analizan con una soberbia que no se condice con su condición de periodista. ‘Yo el penal lo hubiese tirado…’. ¡No, vos no lo hubieses tirado ni lo vas a tirar nunca porque vos no vas a entrar nunca a jugar 11 contra 11 en la cancha de Boca! Entonces aprendé, escuchá lo que se siente al ponerse una camiseta y entrar en una cancha. Sé prudente. Esto no quiere decir ser obsecuente, pero sé prudente. Hay una imprudencia en el periodismo que también atrapa a los entrenadores”.
Roberto Baggio (2021): «Me incomoda juzgar a los demás, por eso no voy a la televisión. Veo a excompañeros juzgando y dando lecciones en televisión, pero les recuerdo incapaces de hacer tres regates con las manos».
Raúl González (2008): «He recibido numerosas ofertas para comentar los partidos de la selección, pero las ha rechazado todas por respeto al equipo y a Luis.
Christian Vieri sobre Gary Lineker (2017): «No sé por qué Lineker está en televisión. Solo podía pasar en Inglaterra. Marcó todos sus goles desde el área pequeña. La cosa es que él fue delantero, ¿cuándo un delantero no marca en dos partidos lo vas a matar? Debería saber mejor…»