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El combinado del Frente de Liberación Nacional, la primera selección de Argelia

 

La selección de fútbol de Argelia, apodada Los zorros del desierto, empezó a competir tras la independencia del país en 1962, pero años antes tuvo su embrión en la figura del combinado del Frente de Liberación Nacional.

 

Zitouni, Bekhloufi, Ben Tifour, Boubekeur y Rouaï, en una foto tomada en Túnez.

 

Su primer encuentro como selección reconocida por la FIFA tuvo lugar un año el 6 de enero de 1963 contra Bulgaria, terminando el marcador a su favor por dos goles a uno. Hasta aquel entonces sus mejores jugadores competían con Francia. Los argelinos no disputaron su primera fase de clasificación para un Mundial hasta años después, concretamente para México 70. Aunque no consiguieron el objetivo de llegar a la fase final, sí lo hicieron posteriormente en cuatro ocasiones: 1982, 1986, 2010 y 2014. En la última ocasión se clasificaron por primera vez en su historia para los octavos de final, convirtiéndose así en la sexta nación africana en conseguirlo.

Argelia también ganó la Copa Africana de Naciones dos veces, en 1990, cuando fueron los organizadores del torneo, y en el 2019. En el 2021 conquistaron la única edición de la Copa Árabe de la FIFA.

 

 

Independencia y fútbol

Acabada la Segunda Guerra Mundial, y tras la sangrienta represión en Setic y Guelma, en 1945 el Frente de Liberación Nacional, creado por Mohamed Boudiaf y Ben Bella, nació para desestabilizar la administración colonial francesa. A partir de 1954, comenzó la masacre en el camino de la independencia de Argelia, llegando a su clímax 1 de noviembre de aquel año, cuando ejecutó una treintena de atentados, conocidos como el Toussaint Rojo. Nacía así la terrible Guerra de Argelia.

El 9 de septiembre, un mes antes de la guerra, un terremoto de 12 segundos en Orleansville, dejó 1.400 muertos, miles de heridos y una ciudad muerta, a la que se le cambió el nombre tras ser reconstruida, por el de El-Asnam. En París se organizó inmediatamente un partido benéfico para ayudar a las víctimas, este enfrentó a un combinado francés y una de jugadores del Magreb (marroquíes, argelinos y tunecinos), que acabó con victoria de los segundos.

 

 

En abril de 1958, Francia se preparaba la cita mundialista en Suecia (acabarían en tercer lugar). El día 12, Rachid Mekhloufi, se entrenaba con el Saint-Étienne, que se jugaba plaza europea ante el Béziers. Después de ducharse se encontró con Mokhtar Arribi (Lens) y Abdelhamid Kermali (Lyon). Su sorpresa al verlos fue mayor al oír su saludo: «Mañana nos vamos». «¿Dónde?», preguntó el jugador estrella de Les Verts. La repuesta fue clara y concisa: «A Argelia, a unirnos al combate de nuestros hermanos». Mekhloufi no dudó en ir con ellos. Nacido en Setif, la masacre de su ciudad y la de Guelma (más de 10.000 muertos en mayo de 1945) le habían dejado una profunda huella. «Me llamaba mi país, no podía negarme», explicó años después.

La dirección del FNL decidió hacer, en forma secreta, un llamamiento a jugadores argelinos que participaban en el campeonato francés para que dejaran el país y se unieran a las filas del equipo. El arquitecto del plan fue Mohamed Boumezrag, exjugador profesional en Francia, estaba profundamente comprometido con la causa del FNL. En secreto, comenzó a reunirse con los jugadores argelinos de la primera y segunda división del fútbol francés para convencerlos de que se sumaran al proyecto.

Así, el 13 de abril de 1958, diez jugadores de primer nivel, sigilosamente, dejaban el territorio francés (vía Suiza e Italia) para llegar a Túnez, sede del Gobierno Provisional de la República de Argelia. La policía francesa, que no pudo prever la movida, quedaba en ridículo ante el mundo.

 

 

El nacimiento del equipo de fútbol del Frente de Liberación Nacional

Aquel grupo de jóvenes argelinos que antepusieron el patriotismo a su carrera e intereses económicos, dejaron de lado la gloria deportiva para contribuir, desde su lugar, en la lucha por la liberación del yugo colonial.

Rachid Mekhloufi tuvo que ingeniárselas para unirse a sus compatriotas: jugó ante el Béziers, simuló una lesión en el último minuto de partido, y pasó 36 horas en el hospital, desde donde organizó su fuga.

Viajando en tren como transporte, Rachid cruzó Suiza e Italia para desde allí llegar a Túnez en un vuelo desde Roma y unirse al combinado que en 1957 ideó el Frente de Liberación Nacional para promover la independencia de Argelia bajo la dirección de Mohamed Boumezrag, uno de los líderes del FLN, exjugador del Red Star. Siete jugadores más iban a abandonar Francia para unirse a la causa argelina. Dejaban la élite, la comodidad de las ciudades francesas para formar parte de una selección sin reconocimiento oficial. El 15 de abril, L’Équipe titulaba ‘Nueve argelinos desaparecen’. Un fallo en la huida hizo que Mohamed Maocuhe (Stade Reims), que tras llegar a Lausana regresó a París por error, fuera detenido en su intento de volver a cruzar la frontera suiza y estuviera tres meses en prisión.

 

 

La Federación Francesa de Fútbol y la FIFA trataban de poner fin a aquella situación. El FNL había llevado su lucha al fútbol ordenando el retiro de todos los equipos musulmanes de la liga y atacando estadios. En 1957, en la final de Copa de Francia en París, había asesinado a Ali Chekkal, exvicepresidente de la Asamblea Argelina y opositor a la independencia.

En mayo de 1958, el Frente de Liberación Nacional demandó un sitio en la FIFA, y esta respondió con sanciones a todo país que jugara contra ellos. Marruecos desobedeció la orden y fue castigado con la expulsión de su selección del Mundial de 1958. Por su parte, otras federaciones africanas también ofrecieron su apoyo a los argelinos, casos de Libia y Túnez, y fueron inmediatamente suspendidas por la FIFA. En cuatro años, el equipo del FLN iba a jugar 91 partidos de exhibición, ninguno en suelo argelino, y lograron algún triunfo memorable, como un 6-1 en Belgrado ante una selección yugoslava camuflada para que no hubiera sanción. El balance final fue de 65 victorias, 13 empates, 13 derrotas, 385 goles a favor y 127 en contra.

 

 

Pocos jugadores argelinos llamados por el FLN, que se aseguró que todos aportaran un 15% de su salario a la revolución, se negaron a ir. Recibidos en Túnez por Habib Bourghiba, primer presidente del Túnez independiente (se separó de Francia el 20 de marzo de 1956), su primer partido lo jugaron contra Marruecos el 9 de mayo de 1958. Allí comenzó la gira independentista del equipo del FLN, que llevó por donde pasó la bandera de la Argelia libre. Mientras, De Gaulle y la V República Francesa se vieron inmersos en una guerra de atentados entre el FLN y la OAS (Organización Secreta del Ejército) que dejaría más de medio millón de muertos.

 

 

Jugaron en Hanoi, donde les recibió Ho Chi Minh, como en Pekín lo hizo Zhou Enlai, primer ministro chino. Sin embargo, fue en Bagdad donde el equipo argelino se encontró con más entusiasmo por parte del público asistente. Fue en febrero de 1959, en un partido que ganaron los argelinos por 3-0 y se preparó como si fuera oficial. Los equipos formaron para escuchar los himnos y sonó el del FLN, Kassaman, con la bandera argelina ondeando en el estadio. El embajador francés, invitado al palco, abandonó el estadio y presentó una protesta formal.

 

 

En 1962, los acuerdos de Evian acabaron con la Guerra de Argelia y llegó la independencia, que se formalizaría el 5 de julio tras decretarse el alto al fuego a finales de marzo. El primer presidente de Argelia fue Ahmed Ben Bella, que llegó a jugar con el Marsella.

Ese mismo año se fundó la Federación de Fútbol, que dos años más tarde sería reconocida por la FIFA. Mekhloufi fue de los pocos que volvió a jugar en Francia. En 1968, pocos días antes de la explosión de mayo y la revuelta de los futbolistas franceses, Mekhloufi hizo los dos goles de su equipo en la final de Copa ante el Girondins (2-1). El trofeo lo entregó el general De Gaulle, que le recibió en el palco con una frase que es historia: «¡Usted es Francia!».