El estadio Lockhart de Fort Lauderdale fue testimonio el 7 de septiembre de 2004 de la última gran gesta del modesto Club Sportivo Cienciano de Cusco, la consecución de la Recopa Sudamericana, tras conseguir un año antes la Copa Sudamericana ante River Plate.
El Club Sportivo Cienciano, más conocido simplemente como Cienciano, es un club de fútbol peruano, fundado en la ciudad de Cusco el 8 de julio de 1901, siendo uno de los clubes más antiguos del Perú. Tras permanecer 31 años en la Primera División, descendió de categoría en 2015, en 2019 fue campeón de la Segunda División retornando a Primera. Es el primer y único equipo peruano que ha ganado torneos internacionales oficiales de la FIFA y Conmebol, al obtener la Copa Sudamericana en el 2003 y la Recopa Sudamericana en el 2004 frente a River Plate y Boca Juniors, respectivamente. También cuenta con 3 torneos del campeonato local (Clausura 2001, Apertura 2005 y Clausura 2006), Campeón Nacional Liga 2 2019, 3 Copas Perú Región VII y 2 Copas Regionales Sur; y a nivel departamental,3 Copas Municipales y 28 Copas de la Liga Departamental del Cusco.
El club cuenta con un gran número de aficionados en Cuzco, siendo así el equipo más grande de la ciudad. Junto al FBC Melgar juega el clásico del sur, el cual dejó de celebrarse por el descenso del club cusqueño en el 2015, sin embargo volvió a jugarse a partir de 2020.
Según la tabla histórica de la IFFHS, Cienciano es el mejor equipo del Perú de los últimos 20 años, ubicándose en el puesto 109, por delante del Sporting Cristal (134), Universitario (149) y Alianza Lima (183); y en diciembre de 2003 y septiembre de 2004 fue anunciado por la IFFHS como el mejor equipo del mes del mundo.
En la tabla histórica del fútbol peruano de la Primera División se ubica en el 6.° puesto debido a las buenas campañas que realizó en la Primera División, obteniendo 3 subcampeonatos en los años 2001, 2005, 2006. Así como el Torneo Clausura 2001, Torneo Apertura 2005 y Torneo Clausura 2006. El club tiene como clásico rival al Deportivo Garcilaso, ambos dividen la mayor parte de preferencias entre la población de la Ciudad Imperial.
2003, el inicio del sueño cusqueño
La ciudad de Cusco, famosa por sus tesoros incas, había descubierto la riqueza del fútbol no solamente al clasificarse por primera vez en su historia para la Copa Sudamericana en 2003, el torneo de clubes secundario del continente, el equivalente sudamericano de la Europa League, sino al sobresalir en ella. El equipo se había clasificado para la competición en primer lugar gracias a una victoria en la repesca sobre uno de los clubes más grandes de Perú, el Sporting Cristal.
Su baja condición no fue una gran sorpresa. Al fin y al cabo, el Cienciano ha estado en la parte baja de la Liga 1 peruana durante la mayor parte de su historia moderna, luchando por el descenso más a menudo que por los honores. Nunca había sido campeón, pero la gloria más allá de sus fronteras nacionales era lo que ahora ocupaba sus pensamientos.
En cada una de las sucesivas rondas de la Copa Sudamericana 2003, se enfrentó a un rival que debería haber sido superior, y en cada ocasión se impuso. Primero fue contra el club más grande de Perú, el Alianza Lima, y luego contra el Universidad de Chile, lo que llevó al Cienciano a los cuartos de final. Allí comenzó a enfrentarse a la realeza sudamericana.
Primero fue el Santos de Brasil, bicampeón de la Libertadores, al que vencieron por un global de 3-2. Luego llegó el Atlético Nacional de Colombia, también ex campeón de la Libertadores, que fue derrotado por el Cienciano tanto en casa como fuera.
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En la final, que se disputaría a doble partido en diciembre de 2003, esperaba uno de los grandes, River Plate. En ese momento, River había ganado dos veces la Libertadores, pero su estatus era tan superior al de Cienciano que casi era de otro mundo. Sin embargo, en el Monumental, en el partido de ida en Buenos Aires, Cienciano se adelantó en dos ocasiones. Se adelantó por 1-0 y luego remontó un 2-1 y se puso por delante por 3-2, antes de conceder el empate en los últimos minutos al gran Marcelo Salas.
El partido de vuelta no pudo jugarse en Cusco porque el estadio del club, el Garcilaso de la Vega, no tenía capacidad suficiente para albergar una final de la CONMEBOL. En su lugar, el partido de vuelta se jugó en Arequipa, a diez horas de viaje en autobús de 500 km de Cusco; un viaje que me esperaba una semana más tarde. Lo curioso fue ver a hinchas de Melgar, el principal club de Arequipa y rival de Cienciano en el sur del Perú, ¡acudiendo a gritar a favor de River!
Un solitario y tardío gol del defensa paraguayo de Cienciano, Carlos Aquino, le permitió ganar la Copa Sudamericana ante toda adversidad, convirtiéndolo en el primer club peruano en ganar un título continental, hecho que Cienciano reclamará para siempre por encima del gigante limeño que domina el fútbol peruano.
La temporada futbolística sudamericana, que había terminado con el triunfo en la Sudamericana, comenzaba ahora con la primera participación del Cienciano en la Libertadores.
La primera y digna actuación en la Copa Libertadores de 2004
En el grupo del Cienciano no solamente se encontraba el equipo más laureado de la historia de la Libertadores, Independiente, sino que también había el Nacional de Uruguay. El club de Montevideo era otro múltiple ganador de la Libertadores, situándose en un plano muy superior al de los debutantes de Cienciano en esta vieja y gran competición. Incluso el último equipo del grupo, El Nacional de Ecuador, tenía mucha más experiencia en este nivel de competición que el Cienciano.
Los gritos de «Los Rojos» en su primer partido de la Libertadores revelaban una mezcla de orgullo, esperanza y anticipación. Tras unos primeros minutos bastante igualados la primera parte en Avellaneda terminó con dos goles en contra del Cienciano en el descanso, y poco después un 3-0, antes de que una remontada tardía permitiera un resultado final de 4-2. Fue una especie de bautismo de fuego para el club cusqueño, pero una ocasión magnífica.
La única campaña de Cienciano en la Copa Libertadores se recuperó de esa derrota inicial con una victoria sobre El Nacional de Ecuador, antes de dos derrotas por la mínima ante Nacional de Uruguay. Finalmente, un empate 3-3 en Quito acabó con las esperanzas de clasificarse para los octavos de final, aunque una victoria final por 3-2 en la eliminatoria en casa contra Independiente, que también se jugó en Arequipa, le aseguró el tercer puesto, a solamente un punto de su ilustre rival argentino.
Si la gloria de la Libertadores fue un paso demasiado lejos, no fue el final de unos 12 meses milagrosos para Cienciano. Como campeón de la Sudamericana, participó en la Recopa Sudamericana, una Supercopa entre los ganadores de la Libertadores y la Sudamericana. Tras derrotar a River y hacerse con la Sudamericana, Cienciano se enfrentó al otro gigante de Buenos Aires, Boca, vigente campeón de la Libertadores desde finales de 2003.
La última gran gloria, la Recopa Sudamericana ante el Boca Juniors de Miguel Ángel Brindisi
La Recopa Sudamericana 2004 fue la duodécima edición del torneo organizado por la Confederación Sudamericana de Fútbol, que enfrenta anualmente al campeón de la Copa Libertadores de América con el campeón de la Copa Sudamericana.
Los equipos participantes fueron Boca Juniors de Argentina, ganador de la Copa Libertadores 2003, y Cienciano de Perú, vencedor de la Copa Sudamericana 2003. Se enfrentaron en un partido único, jugado el día 7 de septiembre de 2004 en el Estadio Lockhart, en la ciudad de Fort Lauderdale, Estados Unidos. Cienciano se coronó campeón del torneo por intermedio de los tiros desde el punto penal, después de haber igualado el partido por 1-1 de manera agónica.
Fue la última vez que la Recopa Sudamericana que se jugó a partido único y en Estados Unidos, ya que a partir de la siguiente edición volvió a disputarse en partidos de ida y vuelta.
Un gol tempranero de Carlos Tévez para Boca, un equipo plagado de estrellas internacionales, fue contraatacado a un minuto del final por el delantero colombiano suplente del Cienciano, Rodrigo Saraz. El partido se fue a los penaltis, los fallos de Tévez y Fabián Vargas para Boca contrastaron con el perfecto cuatro de cuatro que lograron los lanzadores de Cienciano, lo que les permitió añadir la Recopa a su palmarés, que sigue sin tener los máximos galardones nacionales, pero que alberga las dos únicas victorias de clubes sudamericanos.
Formaciones:
Cienciano: Oscar Ibáñez; Alessandro Morán (Carlos Lobatón), Santiago Acasiete, Manuel Arboleda, Giuliano Portilla; Juan Carlos Bazalar, Juan La Rosa, Paolo de la Haza, Daniel Gamarra; Miguel Mostto (Rodrigo Saraz), Germán Carty (Sergio Ibarra). DT: Freddy Ternero.
Boca Juniors: Roberto Abbondancieri; José Calvo, Rolando Schiavi, Cristian Traverso, Claudio Morel Rodríguez; Diego Cagna, Raúl Cascini, Pablo Ledesma (Aníbal Matellán), Andrés Guglielminpietro (Fabián Vargas); Martín Palermo, Carlos Tévez.