Un partido amistoso entre el Queens Park Rangers y la selección olímpica de China tuvo que ser suspendido después de que una pelea multitudinaria de 50 personas estallara en el campo, con puñetazos y patadas al estilo kung-fu. El encuentro, celebrado en febrero de 2007 en el campo de entrenamiento del QPR en Londres, formaba parte de una gira del equipo chino por Inglaterra para fomentar relaciones internacionales. Sin embargo, el árbitro de la Premier League, Dermot Gallagher, se vio obligado a dar por finalizado el partido cuando la situación se tornó totalmente incontrolable.
La trifulca comenzó en la segunda mitad cuando el delantero chino Gao Lin agredió a un jugador del QPR tras una entrada dura. Durante la pelea, el defensa chino Zheng Tao fue derribado y permaneció inconsciente durante cinco minutos, siendo trasladado posteriormente al hospital con una fractura de mandíbula.
Testigos presenciales describieron la escena como «el fin del mundo», afirmando que «los jugadores pensaban que iban a ser asesinados». Otro testigo declaró al Ealing Gazette: «Nunca he visto algo así en mi vida. Hubo puñetazos, patadas de kung-fu y de todo. Fue un caos absoluto». El defensa Zheng Tao denunció haber sido víctima de una agresión cobarde: «Me rodearon varios jugadores y me patearon hasta caer al suelo. Debido a este ataque, no podré jugar al fútbol durante mucho tiempo».
El asistente técnico del QPR, Richard Hill, fue arrestado bajo sospecha de causar daños corporales y posteriormente puesto en libertad bajo fianza. También fue acusado por la Asociación Inglesa de Fútbol (FA).
Gao Lin, máximo goleador histórico del Shanghai Shenhua, admitió haber sido provocado por el rival, pero se disculpó por su reacción en la CNN: «No supe controlarme en el partido. Al enfrentarme a la provocación, no obedecí las tres reglas de someterse al árbitro, respetar a los oponentes y no contraatacar, lo que causó el incidente. Pido disculpas sinceramente a los aficionados».
Jia Xiuquan, entonces asistente del seleccionador chino, también pidió disculpas por el incidente: «Como representante de los entrenadores chinos, me disculpo por lo ocurrido. En el futuro, haremos un mayor esfuerzo para fortalecer la gestión de los jugadores y definitivamente evitaremos que sucedan cosas similares».
