El internacional colombiano Hernán Carepa Gavíria y Giovanni Córdoba, jugadores del Deportivo Cali, murieron a causa de un rayo que les impactó un 24 de octubre de 2002, mientras el primero murió en el acto, el segundo lo hizo tres días después en el hospital. El hecho ocurrió a las 4:30 de la tarde, durante el entrenamiento del equipo en Pance, al sur de la ciudad, bajo una fuerte tormenta. Tras la descarga, Gaviria, volante de 32 años, junto con sus compañeros Giovanni Córdoba, Giovanni Hernández, Mauricio Espinoza y Carlos Chumi Alvarez (también afectados por la descarga), fueron llevados a la clínica Valle del Lili.
La desgracia sobrevino diez minutos después de comenzar la práctica en la cancha número 2 de la sede del Cali. El entrenamiento se detuvo por un balonazo que recibió Léider Preciado. «Apenas Léider se cayó, pedí agua a un auxiliar. Carepa, a mi lado, bromeó: ‘Con toda la que está cayendo y vos pidiendo más’. Corrí por el agua y, entonces, cuando estaba a cinco metros de Carepa, sentí que el mundo me había pegado encima, como un golpe atrás de la cabeza», narró Espinoza a las emisoras RCN y Caracol.
Escuché un estruendo muy grande. Había humo y fuego. Vi a varios jugadores en el piso y sonó otro trueno. Giovanni Córdoba salió por el aire y cayó al piso. En medio del desorden, un jugador gritó: «Carepa se nos muere! Le sale humo por la nariz», contó Francisco Henao, periodista de El País de Cali.
Nueve meses después la viuda de Carepa interpuso una demanda al club por «homicidio culposo» al considerar que el club no instaló un pararrayos a pesar de que la zona era conocida por sus precipitaciones y descargas electricas, y otra al entrenador por no parar el entrenamiento pese a estas condiciones.