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De campeón del mundo a activista social, el legado de Lilian Thuram

 

¿Qué papel deben tener los futbolistas en la transformación de la sociedad? Sobre esta pregunta, Lilian Thuram (1972) nunca tuvo dudas. Nacido en Guadalupe, inmigrado en Francia y uno de los mejores centrales de la historia contemporánea del fútbol ha sido uno de los abanderados más importantes de la lucha contra el racismo.

Haciendo un breve repaso a su trayectoria futbolística, el central (en ocasiones puntuales lateral) debutó con el Mónaco, pero hizo historia con el mejor Parma nunca visto (1999), la Juventus de Turín y el FC Barcelona. Levantó dos Serie A, una Copa de Italia, una Copa de Francia y fue uno de los artífices del primer mundial de la selección francesa en 1998. Más de diez años después de colgar las botas, sigue siendo el jugador francés con más internacionalidades: 142.

Cuando se despidió del Camp Nou en 2008, Thuram no dio el típico salto a los banquillos. Creó una fundación con su nombre con el fin de promover una educación no xenófoba y desmontar los prejuicios racistas. “Quiero aprovechar la notoriedad que tuve para que mi mensaje llegue mejor a los niños”, comentó cuando se retiró.

 

 

Sus conferencias en los colegios y actos públicos hicieron que varios políticos de la época lo marcaran como posible carta electoral e intentaran convencerlo de ser ministro. Ese mismo año 2008, el presidente galo Nicolás Sarkozy intentó incorporarlo a sus filas. Le ofrecieron el cargo de ministro de la diversidad: “Tuvimos una larga discusión, pero por razones evidentes, solo pude rechazar la proposición”.

Thuram siempre fue muy crítico con el gobierno francés de esos años. Alzó la voz en 2005 cuando en plena crisis de los banlieue (suburbios en francés) parisinos el futbolista denunció de querer “limpiar las ciudades”. Dos años más tarde acusó a Sarkozy de tener “un discurso racista” y de “banalizar el discurso del Frente Nacional”.

Un año antes, en la campaña electoral presidencial de Francia en 2007, el central mantuvo varias reuniones con la candidata socialista Ségolène Royale. Su objetivo no era otro que vencer al racismo y dar visibilidad al problema: “Miren en Estados Unidos, donde se aplica la discriminación positiva. Colin Powell o el actor Denzel Washington están delante, pero la situación de los negros es una catástrofe”.

En 2010 dio un paso más con su lucha particular contra el racismo con la publicación del libro “Mil estrellas negras”, donde rescataba a grandes figuras de la humanidad, todas de ellas negras, que fueron olvidadas y excluidas de las narraciones de los libros escolares. También ha publicado “Manifiesto por la igualdad” (2012) y “El pensamiento blanco” (2020).

 

 

No solamente ha sido uno de los luchadores más activos contra el racismo, sino que ha estado vinculado a otras causas sociales como la homofobia o el sexismo. Lilian Thuram, 12 años después de su retirada, sigue con su lucha y se niega a entrar en el mundo político, quiere combatir esta lacra social a través de asociaciones como Unicef o la Fundación Lilian Thuram.

“No debemos olvidar que el fútbol es emoción, que puede conseguir muchas cosas y una de ellas es que hace falta estar unidos”, comentó recientemente. Todo un campeón del mundo cuya carrera se desvinculó de los terrenos de juego con un objetivo titánico: cambiar la sociedad desde la educación y el respeto.

 

 


Oriol Quintana
@urikingkat