La conocida popularmente como “Butterfly shirt” o «Fruit Pastilles», fue la camiseta del segundo uniforme de portero que popularizó David Seaman durante la Eurocopa de Inglaterra de 1996, concretamente en el partido que Inglaterra perdió en los penaltis ante Alemania en las semifinales.
Una camiseta icónica que con el tiempo se ha vuelto objeto de culto y deseo de los fans ingleses y del fútbol de los años 90. Posiblemente, uno de los “looks” más locos nunca vestidos por un portero europeo.
«¡La odiaba! Realmente la odié, si soy honesto. Sé que lleva a los Tres Leones, pero simplemente no me sentía yo mismo vistiéndola. La primera vez que la vi doblada en el vestuario fue antes de jugar las semifinales. Luego vi los pantalones cortos y ¡eran aún peores! Parecía una lata de refrescos de verdad, fue siempre un orgullo vestir la camiseta de Inglaterra, pero aquel día tuve sentimientos contradictorios. Así que no tuve opción, y tuve que aguantar que algunos compañeros se mofaran de mi atuendo. Ardía por dentro antes y después del partido, y la prensa preguntándome si me había gustado la camiseta, y les respondí ‘mierda, ¡la confeccionaron!’ Pero después se acabó convirtiendo en un éxito a nivel comercial, a los niños les encantaba», recuerda el guardameta.