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Bruce Grobbelaar, la leyenda «red» de Zimbabwe

 

El guardameta Bruce David Grobbelaar más allá de su larga trayectoria «red» y en el fútbol inglés modesto, también fue un popular ícono en su Zimbabwe adoptiva, donde aún recuerdan su habilidad atlética similar a la gimnasia, y por supuesto su estilo de juego provocador y excéntrico.

 

 

Grobbelaar nació en Durban, Sudáfrica, un 6 de octubre de 1957, aunque posteriormente se trasladó a Rhodesia del Sur (actual Zimbabwe) con su familia. Bruce de adolescente fue un talentoso jugador de críquet y hasta llegó a ser tentando con una beca de béisbol en los Estados Unidos, pero su único objetivo en la vida era lograr ser futbolista profesional.

 

 

Con 16 años debutó en el Highlanders de Bulawayo, dos años después fichó por el Chibuku Shumba, donde tuvo poca participación, y en 1976 volvió a Sudáfrica, primero al Highlands Park, y en 1977 al Durban City, su ciudad nativa.

Su carrera sufrió un grave revés en 1977 cuando recibió la llamada del ejército, aunque antes tuvo tiempo para estrenarse a sus 20 años en la portería de Rhodesia del Sur, en un amistoso ante justamente Sudáfrica, finalizado 1-1 ante 45.000 personas. Con las Fuerzas Armadas de su país luchó en la segunda Guerra de Liberación de Zimbabwe, la que daría paso a la independencia de la nación en 1980.

Tras dos años de sufrimiento llegó por fin la alegría, Bruce firma su primer contrato profesional con el Vancouver Whitecaps de la NASL después que este equipo realizara una gira en el sur de África. Grobbelaar debutó en Estados Unidos ante Los Angeles Aztecs, perdiendo 0-2 y recibiendo un gol de Cruyff.

 

 

Durante un viaje a Inglaterra para ver a su familia recibió la llamada del famoso entrenador Ron Atkinson del West Bromwich Albion, pero al no contar con permiso de trabajo tuvo que renunciar, Estados Unidos, aunque posteriormente fue cedido al modesto Crewe Alexandra de la cuarta división inglesa. Allí jugó 24 partidos y marcó el único gol de su vida, de penal, en su último compromiso. Esa noche fue visto por el detector de talentos Tom Saunders.

Regresó a Canadá, y en marzo de 1981 fue incorporado por el Liverpool. Empezó como suplente, aunque a mediados del 1981 el titular Ray Clemence se fue al Tottenham Hotspur, y aprovechó con rotundo éxito durante 13 años, hasta 1994. 18 títulos en Inglaterra, incluyendo 6 ligas y 3 FA Cup, y la Copa de Campeones de Europa de 1984.

 

 

En 1992 retornó a su selección, se nacionalizó por haber nacido en Sudáfrica y se puso bajo los palos de los «warriors», siendo la figura en la eliminatoria africana para la Copa del Mundo de Estados Unidos 94, donde Zimbabwe derrotó a Camerún y Guinea de local y estuvo muy cerca de su primer Mundial, pero perdió con los cameruneses en la vuelta. Sus constantes viajes a África provocaron la perdida de confianza de su entrenador, y con la incorporación de David James empezó su debacle. Acabó saliendo cedido al Stoke City, de donde regresó a fines del 1993, y después de varios partidos fue traspasado al Southampton.

Posteriormente pasó por varios equipos modestos en Inglaterra como el Oldham Athletic, Chesham United, Bury, Lincoln City y Glasshoughton Welfare A.F.C., para acabar volviendo a Sudáfrica. El 7 de noviembre de 1998 jugó su último encuentro con los «warriors», un 1-1 con Túnez de visitante, donde reemplazó a Muzindiwa Mugadza a los 67 minutos.

 


María Piget