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La «Bomba Inteligente» de Roberto Carlos, así se gestó

 

Roberto Carlos y su «Bomba Inteligente» protagonizaron posiblemente el lanzamiento de falta más recordado de la historia, llevando a un nuevo nivel el arte de poseer un cañón en los pies. La víctima fue la selección francesa en Le Tournoi un 3 de junio de 1997, una competición/anticipo de la Copa del Mundo de 1998 que se disputó 12 meses antes en diversos estadios de París, Nantes, Montpellier, y Lyon. Cuatro equipos participaron: el anfitrión, Brasil, Inglaterra e Italia. Aquella noche en el Stade de Garland de Lyon la fantasía se tornó realidad para regalarnos un tiro libre a 32 metros de la portería en el que el balón tomó rumbos nunca vistos antes.

 

 

La parábola más espectacular nunca vista en un partido de naciones

Roberto Carlos planta el balón en el césped con mimo a 32 metros de la portería defendida por Barthez. El guardameta francés coloca una barrera de cuatro hombres a sabiendas de la potencia en el lanzamiento del lateral brasileño. Pero no cuenta con el efecto de exterior más sorprendente e imposible visto hasta la fecha sobre un campo de fútbol.

Desde el ángulo detrás de Roberto Carlos es evidente que la pelota se dobla en un ángulo imposible, el esférico vuelca violentamente hacia el centro, junto al poste, y deja a Barthez fijo como una estatua clásica sin poder hacer absolutamente nada. La «Bomba Inteligente» del 6 de Brasil voló a más de 100 km/h describiendo una inolvidable curva en su camino hacia el gol.

 

 

«Recuerdo ese gol como uno de los más importantes de mi carrera. La gente no se lo creía porque estaba lejos, pero tenía la fuerza. Con el exterior podía darle tanto efecto como con el interior. Me puse completamente de frente al balón para que Barthez no entendiera lo que quería hacer, intentaba que él pensara que podía golpear por encima de la barrera. Cuando vi que él no se estaba moviendo, cambié la dirección de mi carrera. Cuando golpeo, veo que la pelota se va completamente fuera, pero el viento, que entró por la derecha del estadio de Lyon, la devuelve a la portería. Es un milagro, algo que solamente sucede una vez en la vida. Veremos goles que se parecen a él pero iguales, no. Ese día me sentí importante para el equipo», así lo relataba años después el ejecutor de la mítica «Bomba Inteligente», el brasileño Roberto Carlos.