Atletas Campesinos fue la gran revelación de la temporada 1980-1981 de la Primera División de México, y se convirtió posiblemente en el máximo representante del sector agrícola en la elite del fútbol. Un club fundado por el empresario Armando Presa Fernández, quien buscaba dar visibilidad al sector campesino, pero también proyectar sus negocios, y que debutaba por primera vez en la máxima categoría.
El origen de esta historia se remonta a finales de los años 70, cuando la ciudad de Querétaro contaba con dos equipos en la Segunda División: los Lobos y los Estudiantes. De cara a la temporada 78-79, estos equipos fueron adquiridos por Presa, que decidió rebautizarlos como Atletas Industriales y Atletas Campesinos. Un año más tarde, el empresario decidió vender la franquicia de los Industriales al Politécnico, pasando la mayoría de sus jugadores al Campesinos, que preparó una plantilla repleta de talento para conseguir el ascenso para la temporada 1979-1980. Este equipo, dirigido por el novel entrenador Antonio Ascencio (el cual fue el técnico de los Gallos de Aguascalientes campeones de Primera “A” en el Torneo de Invierno de 2000), ofreció los resultados esperados y, tras vencer al Osos Grises de Toluca en la final (0-0 y 2-1), los Atletas Campesinos alcanzaron la Primera División.
Atletas Campesinos también causó revuelo por su uniforme:, y es que en lugar de un escudo tradicional, la camiseta mostraba un enorme tractor en el pecho, símbolo de la maquinaria agrícola John Deere, con la que Presa estaba estrechamente vinculado. La Federación Mexicana de Futbol (FMF) vio en ello una forma de publicidad encubierta, lo cual desató una controversia que marcó los primeros días del club en la elite. Presa defendió su diseño alegando que otras instituciones como los Pumas de la UNAM o los Tecos de la UAG también portaban símbolos institucionales, pero su argumento no fue bien recibido. Según él, esa disputa atrajo represalias arbitrales y tensiones dentro del entorno federativo.
El debut del equipo queretano en la Primera División de México tuvo lugar el 21 de septiembre de 1980, con Jesús Trelles en el banquillo y en casa contra Coyotes Neza, al cual derrotaron 2-0 con anotaciones de Gregorio Rodríguez y Alfredo Hernández. En este partido se alinearon: Pedro Cortés; Agustín Zepeda (Raúl Gutiérrez), Raúl Campos, Juan De la Barrera y Justino González; Gregorio Rodríguez, Carlos Cerritos y Alfredo Hernández; Tomás Licea, Jaime Álvarez (Francisco Guareño) y Juan Tancredi. A este inicio prometedor, siguieron cinco partidos sin victoria, por lo cual Trelles fue despedido y se contrató a Roberto Matosas (padre de Gustavo), quien se estrenaba como entrenador en México.
Las presiones en los despachos no cesaron y, el 30 de octubre de 1980, Armando Presa fue prácticamente forzado a vender la franquicia por la federación. El comprador, Anuar Maccise Dib, aceptó mantener tanto el nombre como la sede del club, aunque una de sus primeras decisiones fue eliminar el icónico tractor del uniforme y adoptar un diseño a franjas azul y negro, colores que con el tiempo asociarían al futuro equipo queretano: los Gallos Blancos.
Antes de terminar 1980 llegarían varios refuerzos importantes como el veterano portero uruguayo Walter Gassire, el brasileño Geraldo Cándido, el ecuatoriano Ítalo Estupiñan y el mundialista Leonardo Cuellar, que regreso a México después de dos años en la liga estadounidense (NASL). Con ellos, el equipo logró salvarse, alcanzando la decimoséptima posición. Un año más tarde, Atletas Campesinos, todavía con Matosas al frente y algunos nuevos jugadores de renombre como el portero Pedro Soto (mundialista en Argentina 78) y el goleador uruguayo Ricardo Brandón, terminó la temporada en onceavo lugar.
Pese a los esfuerzos de Maccise por estabilizar al club, la aventura de los Atletas Campesinos en Primera División no dio para más. Tras disputar dos temporadas (1980-81 y 1981-82), el equipo fue vendido nuevamente, esta vez al Sindicato de Trabajadores Petroleros, quienes trasladaron la franquicia a Tampico, incumpliendo el acuerdo de mantenerla en Querétaro. En su último partido en Primera División, el 16 de mayo de 1982, Atletas Campesinos cayó 3-4 con Coyotes Neza (abrió y cerró su paso en primera contra el mismo rival), anotando su último gol Ítalo Estupiñán (su máximo goleador histórico con 18 anotaciones). En aquel juego participaron: Pedro Soto; Raúl Gutiérrez, Aurelio Hernández (Agustín Loza), Sergio De los Cobos y Justino González (Italo Estupiñán); Gustavo León, Carlos Cerritos y José Luis Martínez; Sergio “Tanque” Ceballos, Rubén Melgarejo y Ricardo Brandón.
De cara a la temporada 1982-1983, la franquicia sería llevada a Tampico, dando origen al Tampico Madero, una fusión entre los restos de los Atletas Campesinos y el equipo local que había descendido. Este movimiento fue impugnado por Armando Presa, quien en octubre de 1982 presentó una demanda legal solicitando que se revirtieran los efectos de la venta realizada el 30 de octubre de 1980. Aunque con el paso del tiempo abandonó la mayoría de sus acciones legales, esta demanda se mantuvo como su último intento de recuperar el control del club.
Finalmente, en términos deportivos, Atletas Campesinos jugó 76 partidos en Primera División, con un saldo de 26 victorias, 18 empates y 32 derrotas. Su mejor temporada fue la 1981-82, cuando alcanzó el 11.º lugar de la tabla. Su máximo goleador fue el delantero ecuatoriano Ítalo Estupiñán, quien anotó 18 goles durante su estancia en el club. A pesar de su corta vida, el equipo dejó huella. Incluso disputó algunos partidos internacionales amistosos, como una derrota ante el Spartak de Moscú el 4 de diciembre de 1980, un empate contra una selección bávara el 30 del mismo mes y una victoria sobre Atlético Cerro de Uruguay el 6 de septiembre de 1981. La historia de los Atletas Campesinos es recordada hoy como una mezcla de idealismo, conflicto institucional y un curioso experimento social que convirtió por un breve tiempo a Querétaro en epicentro de un sueño futbolero agrícola. Actualmente, el nombre de Atletas Campesinos sigue vigente en México, aunque opera como escuela de fútbol.