El protagonista número veintitrés en un terreno de juego siempre es él. Los árbitros, los trencillas, referís, réferis o jueces de campo. Sin ellos el fútbol no sería lo mismo. Cualquier jugada puede ser determinante en el desenlace del encuentro. Es la primera persona que todo el mundo mira y señala, cuando su equipo pierde. La excusa fácil, la salida rápida, tirar todo su trabajo por los suelos. Pero bien que los necesitamos. Sin ellos el fútbol de ayer y de hoy no se explicaría. El ritmo de juego es frenético. Estas razones explican el por qué ser árbitro de fútbol no es una tarea sencilla. Por eso hoy trataremos de recordarles a ellos: los guionistas de cada partido de fútbol.
Elegantes como un pincel, así saltaban al campo. Clásicos, de negro pulcro, con su silbato y su colección de tarjetas. Aunque, hoy en día, los vemos un poco más coloridos. Visten con otros colores como: el amarillo, azul, verde o rojo. Además de ir más equipados con artilugios aplicados a los tiempos modernos como: el pinganillo, para hablar con la sala VAR, o el spray, para marcar las faltas y barreras.
En España se conocen por sus dos apellidos. Aunque no fuera desde el principio así. Esta tradición española viene de los años de la dictadura de Franco. A principios de los años 70, al árbitro únicamente se le llamaba por su primer apellido. Pero a raíz de un colegiado de Murcia llamado Ángel Franco Martínez, todo cambió. La prensa utilizaba apelativos como “Franco se equivoca”, “Franco es muy malo”, “Injusto Franco en Barcelona”. De esta forma, se generaba cierta controversia y contradicciones que no eran del agrado del Gobierno. Motivo que provocó que, desde entonces, se llamaran a todos los árbitros por sus dos apellidos. Esta especie de censura hizo que los colegiados pasaran a ser conocidos de la forma actual. Una nomenclatura que dejaría para la posteridad un desparpajo literario inédito. Los nombres como son conocidos los árbitros forman prácticamente una figura literaria, un verso lírico, música para los oídos, chicle para los ojos. En definitiva, una cantarella perfecta para los comentaristas. Ahora, es hasta gracioso mencionarlos, han pasado a ser un protagonista más en el verde, tanto para lo bueno como para lo malo.
Quién no se ha parado nunca a repetir aquellos nombres tan largos, que parecían compuestos, y preguntarse ¿de dónde vienen? y repetir su sonoridad, cada una de las letras que componían el apellido completo. Este era el caso cuando arbitraba Andradas Asurmendi.
Esa pronunciación entre letra y letra, parece más un trabalenguas que un nombre de un juez de campo. Lo mismo ocurría con sus compañeros de profesión como Ansuátegui Roca, Mejuto González o Teixeira Vitienes. Nombres que rozan la figura literaria, con una belleza tanto armónica como visual. Incluso en los nombres más escuetos sucedía una melodía innata. Como si para ser colegiado de fútbol debías de tener un apellido sonoro y tan especial como los que ya existían, sino no servías para ser árbitro. Díaz Vega, Ayza Gámez o Pérez Lasa entraban en esta lista de nombres breves pero agradables para el oído, su lectura seguía siendo atractiva. Sin embargo, llegamos a vivir el episodio entre Mejuto Gonzalez y Rafa Gonzalez, como su asistente, con el “Rafa no me jodas” y el estandarte de la poesía se llegó a desmerecer un poco, ya que comprobamos que a excepción del principal, los demás no cumplían esa tradición poética y eran llamados por su nombre. De todas formas, fíjense, que ambos ya se llamaban Gonzalez de apellido.
Para comprobar que esta peculiaridad se sigue dando, hemos analizado todos los árbitros que arbitraRON en la Primera división de la Liga Santander 2020-2021. Podemos confirmar que la tradición y la norma no se han perdido y siguen vigentes. Ordenados alfabéticamente, hablaremos sobre cada uno de ellos:
Alberola Rojas: El árbitro más joven en debutar en la historia de primera división. Lo hizo en agosto de 2017, su temporada de su debut. 29 años, físico imponente y con mano izquierda para tratar de hacer un arbitraje lo más objetivo posible para los jugadores. Del colegio de árbitros de Castilla-La Mancha. Tiene un hermano, Alberto, con el que comparten profesión. Él en este caso, arbitra en segunda división B.
Cordero Vega: Del Colegio Cántabro. Un árbitro reconocido tanto en primera como en segunda división. Con un palmarés en el que ostenta dos títulos: El Trofeo Vicente Acebedo y el Trofeo Guruceta. Lleva arbitrando en Primera desde el año 2018 y no pudo estrenarse en mejor escenario que el Nuevo San Mamés.
Cuadra Fernández: Desde inicios del 2020 cuenta con ser árbitro internacional. En siete años ha conseguido pasar de arbitrar en tercera división a ser un trencilla de la UEFA.
De Burgos Bengoetxea: Con este nombre tan poético y vasco como él solo, natural de Bilbao, es un árbitro internacional que lleva cinco años en la élite del fútbol. Con 20 años de experiencia, en el debut en 2001 en categorías inferiores. Un juez de cuarenta años, graduado en odontología. Tuvo familia en la profesión como su padre y su tío que ya arbitró en la época de los 80’.
Del Cerro Grande: Es uno de los árbitros más veteranos actualmente de primera. Llegó a la élite en 2011. En su trayectoria ha conseguido arbitrar varias finales nacionales como la final de Copa del Rey en 2016. También tiene la peculiaridad de ser el primer árbitro de la Liga en arbitrar con VAR en la Supercopa de España de 2018 en un partido que enfrentó al F.C.Barcelona contra el Sevilla F.C. Desde enero de 2013 es árbitro internacional pitando en competiciones europeas. También cuenta con ser el primer árbitro, en un mundial femenino, en utilizar la tecnología del VAR.
Díaz de Mera Escuderos: Uno de los debutantes en esta temporada. El árbitro del Colegio de Castilla-La Mancha lleva arbitrados un total de nueve partidos. En estos nueve encuentros ha llegado a sacar un total de 42 tarjetas amarillas y dos rojas, además de pitar cinco penaltis. La temporada pasada ya arbitró en segunda división, competición en la que llevaba arbitrando desde hace cuatro años atrás.
Estrada Fernández: Su carrera empieza en 1996 en categorías inferiores. En Segunda División arbitró durante tres temporadas de la 2006/07 hasta la 2008/09 donde dirigió 66 choques. Fue el referí del partido inaugural del estadio Cornellà-El Prat, el actual RCDE Stadium del RCD Espanyol, en 2009 en un duelo que enfrentó al equipo local con el Liverpool F.C. También es árbitro internacional desde el 2013.
Figueroa Vázquez: Es otro de los que ha dado el salto a primera esta temporada, tras ocho años arbitrando en segunda división. Hasta la fecha ha dirigido un total de siete encuentros en primera.
Gil Manzano: Su aventura con el arbitraje también viene ligada por temas familiares. Su hermano le enredó en esta aventura y desde entonces ha hecho carrera llegando a la élite del fútbol profesional. Con tan solo 17 años ya arbitraba en tercera, llegando a segunda ocho años más tarde con 25 años. En esta categoría arbitró durante tres temporadas para dar el salto a primera. Su debut en la liga llega en el año 2012, convirtiéndose en el sexto colegiado extremeño en hacerlo. Fue el primer árbitro en intervenir oficialmente desde la sala VAR comunicándose con Del Cerro Grande, en el campo. El colegiado ha llegado a ser árbitro internacional. Teniendo presencia en competiciones como la Eurocopa 2016, la Champions o la Liga de las Naciones.
González Fuertes: Del colegio asturiano, un árbitro que lleva 16 años en la profesión. Desde su debut en Segunda B lleva 281 partidos. Llegó a segunda división en 2012 estando cinco temporadas en la categoría. Dirigiendo un total de 109 encuentros. El gijonés suplió el relevó de Muñiz Fernández para que la Liga siga teniendo a Asturiano en el cuarteto arbitral.
Hernández Hernández: El trencilla canario debutó en Segunda B en la temporada 2004/05 y asciende a Segunda en la 2007/08. Desde su llegada a Primera en 2012 ha mantenido la categoría siendo nombrado en varias temporadas como el mejor árbitro de la categoría. Ha pitado en numerosos enfrentamientos el Clásico F.C. Barcelona contra el Real Madrid. En 2014 consiguió su plaza como árbitro internacional.
Jaime Latre: Como muchos de ellos, fue un árbitro que empezó motivado por la pandilla del grupo de sus amigos. Aficionado al fútbol y jugador del equipo de su ciudad en Huesca, compaginaba el arbitraje. Desde entonces fue ascendiendo en las categorías del fútbol formativo hasta llegar a tercera división. En 2002 su carrera empieza a despegar. Pasa por Segunda B y Segunda División durante doce años hasta llegar a primera en 2014. Tiene el logro de conseguir durante dos temporadas seguidas (2012/2013) el silbato de oro en la categoría de plata.
Martínez Munuera: En su palmarés ha conseguido ser nombrado como el mejor árbitro de primera división en 2017 con el Trofeo Guruceta. Además de obtener en 2015 el Silbato de Oro en la misma categoría o el Trofeo Vicente Acebedo, premio concedido por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Su debut en primera llega en 2013 tras tres años en segunda división con 66 partidos dirigidos.
Mateu Lahoz: Quizá el árbitro más mediático y conocido de la competición en la Liga española. Su actitud dialogante y su contención al enseñar las tarjetas es su peculiar forma de arbitrar. Lleva en la élite desde el 2008 arbitrando numerosos encuentros en la Liga desde entonces. Un árbitro siempre pendiente de los detalles, interesado por el estado de los jugadores. En 2011 empieza su aventura internacional. Ha llegado a dirigir encuentros en unos Juegos Olímpicos (Río 2016) y en en el Mundial de Rusia (2018).
Medié Jiménez: El catalán llegó a primera con 32 años y seis temporadas en segunda. Su trayectoria a pesar de ser breve, ya que empezó en 2009 por allá en Segunda B, ha conseguido dirigir un total de 199 partidos. 59 de ellos en primera. Un árbitro bastante intervencionista en el juego, sacando casi cinco tarjetas amarillas por partido. Su corta trayectoria hace que todavía tenga mucho por arbitrar en muchos terrenos de juego.
Melero López: Comenzó su carrera arbitral dirigiendo partidos escolares. Su gusto por el arbitraje siguió hasta que con 15 años ingresó en el Colegio de Árbitros malagueño. Su debut en segunda división llega en 2008. Categoría en la que llega a dirigir 127 encuentros. Tras seis temporadas en la categoría de plata, consigue el ascenso a primera en 2014.
Munuera Montero: Su aventura en el arbitraje comienza con 15 años, debutando en 2010 en Segunda B. Inscrito en el Colegio cordobés, es desde 2016, árbitro de Primera División. Su trayectoria, con tan solo tres campañas en segunda división fue sensacional. La regularidad que mostró en todos sus partidos fue vital para que este árbitro consiguiera acceder a la élite del fútbol. En 2019 accede a ser colegiado internacional. Su actitud dialogante y su fuerte carácter le definen. Es el famoso protagonista de la frase “Todo ok, Jose Luís” de hace unas temporadas en un Real Madrid-Real Sociedad. Él fue quien recibió la orden para que se reanudara el encuentro. Aquella declaración se hizo pública y fue muy polémica, sobre todo para la afición merengue.
Pizarro Gómez: Ascendió la temporada pasada a primera división con un excelente historial en segunda. Con 39 años y cinco temporadas en la categoría de plata, lleva más de 25 años en el mundo del arbitraje. Tras esas cinco temporadas en Segunda, más siete en Segunda B, se ha hecho con el trofeo Guruceta de la temporada pasada. El premio se debe como reconocimiento a todo su trabajo. El defensor del trofeo, vuelve a liderar la clasificación actual de referís con 12 puntos en los cinco partidos que ha pitado. Actualmente tiene un registro de 19 tarjetas amarillas por una roja, señaladas.
Sánchez Martínez: Escogido el mejor colegiado de Primera División en la temporada 2019/20. De 36 años, ha cumplido su quinta temporada en la máxima categoría, tras su paso por Segunda División, en la que estuvo otros cuatro años más. Un árbitro que fue escalando categorías tras haber pasado por segunda B y Tercera de forma bastante fugaz entre 2005 y 2010. Sánchez Martínez, internacional desde 2017, desde su llegada a la élite, ya ha superado el centenar de partidos.
Soto Grado: Del colegio riojano, esta es su segunda temporada en Primera División. Entre 2012 y 2018 fue árbitro de Segunda División B. En la categoría de plata del fútbol español sólo estuvo durante el curso 2018-19. Sus actuaciones en Segunda División le dieron el Trofeo Vicente Acevedo, un premio que la Real Federación Española de Fútbol otorga a los mejores árbitros de Primera y Segunda. Un árbitro bastante intervencionista. Para mucho el juego, con una media de 5 cartulinas amarillas por partido. Además de entre otras cosas, pitar un penalti cada dos encuentros (gracias a la tecnología del VAR). Sin ir más lejos, es el árbitro al que Ronald Koeman criticó en la presente temporada tras su partido en Getafe.
Álvaro Ramírez